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martes, 14 de junio de 2016

EN EL AUTO-ATENTADO DE FLORIDA HUBO MÁS DE UN TIRADOR Y FUE PLANEADO PARA AYUDAR A HILLARY CLINTON EN SU CAMPAÑA ELECTORAL

La matanza de Orlando, fue un atentado de falsa bandera para ayudar a la carrera de Hillary Clinton hacia la presidencia de los Estados Unidos. El o los atacantes estuvieron 3 horas matando gente dentro de la discoteca sin que interviniera la policía. El ataque con disparos, causó al menos 50 muertos y 53 heridos. La matanza se saldó con la muerte del tirador, abatido por policías de élite del SWAT.

La discoteca Pulse donde murieron 50
personas y otras 53 resultaron heridas.
"Lo que ha hecho no tiene nada que ver con las enseñanzas y rezos de nuestra mezquita", afirma Shafeeq Rahman, que asegura criticar al Estado Islámico en la mezquita a la que iba Omar Mateen, el presunto asesino.

Un norteamericano sospechoso de vínculos con el extremismo islámico y que había sido ya objeto de interrogatorios por el FBI perpetró el domingo el peor ataque con armas de fuego de la historia de Estados Unidos, con al menos 50 muertos y 53 heridos en un club nocturno para gays en la ciudad de Orlando, Florida.

Más allá de que lo ocurrido el domingo 12 de junio en una popular discoteca de ambiente gay en Orlando, haya sido un autoatentado, sin duda alguna, gracias al particular tratamiento informativo que le darán a este suceso en los próximos días (y probablemente meses) los medios de comunicación de masas, la candidata del Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton, saldrá enormemente reforzada de cara a las próximas elecciones estadounidenses.

Hillary Clinton haciendo una señal satánica.
Hillary Clinton no es sólo conocida por sus ardientes soflamas feministas, en las que, sin ningún rubor, achaca constantemente a la condición sexual masculina todos los males sufridos por la especie humana hasta la fecha; también, en los últimos años, ha manifestado todo su apoyo a las reivindicaciones del movimiento gay, muy al contrario que su rival del Partido Republicano, el multimillonario y excéntrico Donald Trump. Por lo tanto, este atentado de bandera falsa, dirigido específicamente contra la comunidad gay, no sólo servirá para realzar la figura de Hillary ante los electores estadounidenses y la opinión pública internacional, sino que además servirá para hundir a Trump, quien ha manifestado en repetidas ocasiones su oposición a las proclamas del movimiento homosexual y su discurso cuenta con la adhesión de millones de norteamericanos.

Si alguien tenía alguna duda de que Hillary Clinton iba a convertirse “sí o sí” en la primera mujer que ocupase la presidencia de la mayor potencia militar que el mundo haya conocido jamás, y que nada podía ya revertir este proceso, lo acontecido el domingo en Orlando terminará por convencer a los más escépticos. Desde hace tiempo, se buscaba que una mujer ocupara la jefatura de la presidencia de los Estados Unidos con el fin dar una nueva vuelta de tuerca a las políticas feministas de explotación del varón, basadas últimamente en una estrategia de humillación y avergonzamiento de la condición masculina muy parecida a la que utilizara en su día el Ku Klux Klan con la población de raza negra. Gracias a la llegada de esta ferviente militante feminista a la Casa Blanca, ese deseo de la Elite global se hará por fin realidad.

Donald Trump parece imparable en su camino
rumbo a la presidencia de los Estados Unidos.
Lo cierto es que el plan diseñado por los cerebros que mueven los hilos del mundo para convertir a Hillary en presidenta estaba trazado con precisión milimétrica y no podía fallar: presentar como candidata a la mujer de un popular expresidente demócrata de los Estados Unidos (Bill Clinton), poner como rival a un republicano (Donald Trump) y cometer un atentado que la victimizase ante los ojos de los electores. Un suceso como el de Orlando es perfecto para conseguir este último objetivo, al haberse convertido el Partido Demócrata desde hace tiempo en el abanderado del movimiento gay estadounidense.

El tiroteo de Orlando, además de llevar a Hillary Clinton directo a la presidencia (compadeciéndose por los gays y lesbianas asesinados junto a las manifestaciones en homenaje a los supuestos fallecidos que serán también de gran ayuda), servirá para cerrar la oposición a Donald Trump que muchas veces manifestó discursos en contra de los homosexuales y a favor de la tenencia de armas.

AR-15 el rifle usado en la masacre de Orlando.
Es importante señalar también lo revelado recientemente por la prestigiosa publicación digital Red Voltaire, según la cual, Hillary Clinton debería haber sido arrestada esta misma semana por los litigios legales que mantenía con el Departamento de Estado. Tras los recientes acontecimientos, seguramente se correrá un tupido velo en torno al tema con la manida excusa de la Seguridad Nacional. Los Clinton son especialistas en crear cortinas de humo, recordemos como el marido de Hillary, Bill Clinton, ordenó bombardear Irak con el fin de retrasar el impeachment que tenía que celebrarse contra él (el segundo que se realizaba en toda la historia de los Estados Unidos contra un presidente). Gracias a la popularidad que le proporcionó bombardear el país árabe pocos días antes de las navidades, Bill Clinton ganó el impeachment.

Testigo del tiroteo afirma que había un segundo tirador en la discoteca
El Palm Beach Post entrevistó a un hombre que presenció el tiroteo en la discoteca Gay de Orlando, Florida. Janiel González dijo al periódico que escuchó dos armas de fuego durante la matanza.

Janiel González, el testigo que afirma hubo
dos tiradores en la discoteca y un tercero
bloqueaba la puerta para que no pudiera
escapar la gente.
“Estoy bastante seguro de que había más de un tirador. Oí dos armas disparando al mismo tiempo”. El testigo afirma que escuchó otra pistola desde una dirección diferente, por lo que se pregunta si había dos hombres armados.

González dijo que “todos nos arrastrábamos por el suelo tratando de encontrar un lugar para salir. Miré a mi derecha y vi gente que pasaba por debajo de unas cortinas y encontramos una puerta”.

La puerta, sin embargo, fue bloqueada por un hombre. No estaba seguro de si se trataba de una persona de seguridad del club o de un cómplice de los hombres armados. “Cincuenta personas estaban tratando de saltar unos por encima de los otros tratando de salir del lugar. Había un individuo que sostenía la puerta y no nos dejaba salir y nos decía: ‘Permanezcan dentro, permanezcan en el interior'”.

Janiel González, de 26 años, contradice la
versión oficial de que solo existió un asesino.
Según el testigo, mientras sostenía la puerta, el tirador se iba acercando y todo el mundo era presa del pánico. Los gays se pisoteaban entre sí gritando “¡Dejennos salir!”.

El primer pensamiento de González fue que se trataba de un crimen de odio. “Este tipo estaba tratando de impedir que huyéramos. Tal vez estaban trabajando juntos”, dijo.

Como empieza a ser habitual en todos estos atentados (algo similar sucedió en la Sala Bataclan de Paris), siempre parece haber la intervención de más terroristas o tiradores de los que la versión oficial nos cuenta y la gente termina creyéndose la versión oficial.

El atacante trabajaba para una importante empresa anglo-israelí
Según informó el Palm Beach Post, basándose en registros estatales, el terrorista Omar Mateen, fue empleado de la filial estadounidense de G4S plc, una compañía de servicios de seguridad multinacional británica-israelí, cuya sede norteamericana se encuentra en Jupiter, Florida, y que pasa a ser la compañía de seguridad más grande del mundo por ingresos.

A Omar Mateen le cargaron
todas las muertes de la
discoteca.
Así pues, Mateen que según los informes preliminares, había estado en una lista de vigilancia terrorista, y que podía obtener armas gracias a sus diversas licencias y permisos de armas, fue empleado por una de las empresas de seguridad más grandes del mundo, donde podía tener acceso a armamento militar y equipos sofisticados.

Mientras tanto, el medio The Hill, informa que el empleo de Mateen, y sus licencias de armas, permanecieron intactos a pesar de que el FBI confirmó que lo había entrevistado tres veces antes de que el tiroteo tuviera lugar la madrugada del domingo.

Un oficial dijo que el FBI había tenido conocimiento de que el sospechoso, Omar Mateen, en 2013, había realizado “comentarios incendiarios a sus compañeros de trabajo, alegando posibles vínculos terroristas”.

Ubicación de Orlando, en en centro del
estado de La Florida.
Al respecto, Florida Today denuncia que un compañero de trabajo denunció la inestabilidad mental del terrorista, pero sus denuncias fueron supuestamente ignoradas por “ser políticamente incorrectas”.

Por lo visto, un ex compañero de trabajo de Omar Mateen, intentó varias veces llamar la atención sobre los comentarios de Mateen y su comportamiento extraño, pero sus reclamaciones fueron presuntamente ignoradas porque Mateen era musulmán y sus jefes presuntamente estaban preocupados de ser políticamente incorrectos o porque Mateen había sido elegido para hacer la masacre o para ser culpado por ella.

Florida Today informa que el ex oficial de policía de Fort Pierce, Daniel Gilroy, trabajó en G4S con Mateen durante varios meses. Según indican medios norteamericanos como Zerohedge, lo más extraño es que a pesar de su accidentada historia y sus numerosos encuentros del FBI, la Policía de Orlando ha informado que Mateen adquirió las armas de fuego con las que realizó el ataque, la semana pasada, sin que nadie lo controlara.

Logo de la empresa de seguridad G4S
para la que trabajaba Omar
Sediqque Mateen.
A su vez, también llama la atención que no dispusiera ya de esas armas con anterioridad, teniendo en cuenta que contaba con todos los permisos.

El atacante de Orlando, que fue muerto sin piedad por la policía, fue identificado por el FBI con el nombre de Omar Sediqque Mateen, un norteamericano de origen afgano de 29 años.

El corresponsal de la cadena panárabe Al Mayadin afirmó que el tirador de Orlando trabajó en una empresa de seguridad anglo-israelí, G4S, encargada de la seguridad en los aeropuertos de Europa y Estados Unidos. Esta empresa ha sido acusada de torturas a detenidos palestinos en las prisiones israelíes.

La campaña internacional de boicot contra Israel BDS ha logrado el que varias instituciones europeas -incluyendo la Universidad de Oslo, 25 escuelas británicas y el Parlamento Europeo- dejen de emplear los servicios de la sociedad G4S.

El que le disparó a la cantante Christina Grimmie también trabajaba en una empresa israelí
Sospechosamente, en la misma ciudad de Orlando, pocas horas antes se había producido el asesinato a tiros de una cantante tras un concierto. Christina Grimmie, una joven de 22 años, estrella de Youtube, fue asesinada a tiros el 10 de junio; el asesino fue “suicidado” posteriormente.

Christina Grimmie, asesinada a los 22 años.
El atacante tenía 27 años y se llamaba Kevin James Loibl quien procedía de la localidad de St. Petersburg, en los suburbios de la ciudad de Tampa, también en Florida. El hermano de la cantante, Marcus, tacleó al sospechoso, quien instantes después fue “suicidado”.

En el lugar había unas 120 personas presentes en el momento que ocurrieron los disparos, unos 30 minutos después de que terminó el concierto. La policía encontró dos armas de fuego cargadas y municiones adicionales, así como un cuchillo de caza. Loibl trabajaba en una empresa de seguridad israelí. Curiosamente, en la sala de conciertos había seguridad privada al momento del tiroteo, pero no actuaron.

Aparte del trasfondo terrorista, lo que realmente pone sobre la mesa de la opinión pública esta masacre, es el control de armas en Estados Unidos, uno de los temas más controvertidos en el país norteamericano.

Kevin James Loibl, el
asesino de la cantante.
Quienes mueven los hilos en la sombras, saben que, para dominar definitivamente a los Estados Unidos, hay que desarmar al pueblo norteamericano, y es por ello que planifican estas matanzas para tener un pretexto que les permita imponer un control sobre el acceso a las armas por parte de la población norteamericana, cuya facilidad de acceso permitiría que pudieran resistir cualquier avance totalitario sobre sus derechos constitucionales.

Para la gran mayoría, el libre acceso a las armas forma parte de los derechos constitucionales de los norteamericanos, a través de la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, un derecho a la autodefensa que consideran irrenunciable.

Y más allá aún, hay un grupo numeroso de personas que creen firmemente que tras estas matanzas habría una conspiración para impulsar una agenda determinada, que lleve a arrebatar las armas a los ciudadanos norteamericanos, con el fin de que no puedan defenderse ante el gobierno federal, en el establecimiento de un futuro estado policial totalitario en Estados Unidos. Para defender tales afirmaciones, sostienen que los tiroteos masivos y los incidentes similares, se han multiplicado sospechosamente durante el mandato de Barack Obama, una maniobra que habría sido orquestada para generar un estado de opinión favorable al control de armas entre la opinión pública norteamericana.

Todo lo que sucede en los Estados Unidos es
para instalar un futuro gobierno totalitario.
Llama poderosamente la atención que el hecho de que el Estado Islámico, organización creada y financiada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (como demuestran las pruebas aportadas por diferentes potencias internacionales como Rusia que acusa a Estados Unidos y el Reino Unido de suministrar a Isis o Daesh los Toyota que aparecen en las fotos así como su armamento), haya reivindicado el tiroteo de Orlando, es la prueba más evidente de que se trata de un autoatentado o atentado de bandera falsa. Todo esto por no hablar del absurdo de que un solo tirador, sin experiencia previa en actos similares, haya sido capaz de matar a 50 personas en apenas unos segundos y herir a otras 53. Solo una persona ingenua puede creerse semejante historia.

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