SUBASTAN EN PARÍS CERCA DE 250 METEORITOS CON PRECIOS DESDE LOS 2.000 HASTA LOS 130.000 EUROS

Había meteoritos de todo el mundo. “Todos los meteoritos encontraron comprador”, anunció la casa de subastas Lucien Paris que efectuó la subasta en la sala Drouot. La suma total de los objetos espaciales subastados fue de 649.520 euros.

Foto del meteorito Gibeon, encontrado
en Namibia.

Esta excepcional venta colocó en el mercado la colección del ingeniero Pierre Delpuech, que constituye la más importante colección que se subasta de este tipo de objetos. Este parisino falleció a principio de 2015 y sus familiares decidieron subastar su colección del espacio exterior.

Personas observan meteoritos de la colección
de Pierre Delpuech, en el Hotel Drouot en
París que fue subastada el 7
de diciembre de 2015.

Uno de los objetos más caros fue el meteorito de Gibeon, de 110 kilos de peso, encontrado en el desierto de Kalahari, Namibia, en 1836. Estaba valorado este aerolito compuesto de hierro en su mayor parte, entre 60.000 y 65.000 dólares, y fue adjudicado a un comprador asiático por 130.000 euros.

Meteorito de 17,8 kilos hallado en el Cañón
del Diablo, Arizona y subastado
por 37.000 euros.

Otra pieza central de esta excepcional venta, una siderita de cerca de 17,8 kilos encontrada en 1891 en el Cañón del Diablo, en Arizona, en Estados Unidos, cuyo valor estaba estimado entre 60.000 y 65.000 dólares fue adjudicada por 37.000 euros.

En tanto, un objeto encontrado en la URSS en 1947, cuyo precio de salida era de entre 500 y 600 euros, fue comprado finalmente por 2.000 euros.

Palasito Imilac, meteorito hallado en 1822 en
el norte de Chile, subastado por 4.500 euros.

La colección de Pierre Delpuech incluía varios palasitos, un tipo de meteoritos encontrados en Siberia occidental que tienen la particularidad de contener grandes cristales olivinos, de colores vivos, incrustados en hierro y níquel. El 95% de los meteoritos palasitos tienen la misma composición y probablemente provienen de un solo cuerpo estelar.

El palasito hallado en Atacama, en el norte de Chile en 1822, llamado Imilac, fue vendido en 4.500 euros. Pesaba 214 gramos. Su precio de salida fue de 2.200 a 2.300 euros.

Uno de los meteoritos caído en Siberia que
también fue subastado por 2000 euros.

El valor de los meteoritos considera aspectos como su rareza, su valor científico, pero también su forma, su estructura y su belleza. 

Se estima que en el mundo existen unos dos mil coleccionistas de meteoritos.