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lunes, 23 de marzo de 2015

TRIUNFO ITALIANO EN LA SEGUNDA BATALLA DE SIRTE

Los marinos italianos lograron una victoria estratégica en el Mar Mediterráneo sin sufrir casi ningún daño ni bajas, en una batalla que duró dos horas y media averiaron 6 destructores y 3 cruceros ingleses, junto con la muerte de 39 marinos británicos el 22 de marzo de 1942.

El crucero pesado RMI Gorizia disparando
sus cañones en la Segunda Batalla de Sirte.
La Segunda Batalla de Sirte fue una batalla naval en la que los buques de guerra de escolta de un convoy británico a la isla de Malta fueron atacados por la poderosa Regia Marina de Italia. El convoy británico estaba compuesto por buques mercantes, cuatro de ellos fueron hundidos a pesar de estar escoltados por cuatro cruceros ligeros, un crucero antiaéreo, y 17 destructores. 

La fuerza italiana estaba compuesta por un acorazado, dos cruceros pesados​​, un crucero ligero, y ocho destructores. La batalla se produjo el 22 de marzo de 1942, en el Mediterráneo, al norte del Golfo de Sidra y al sureste de Malta, isla en poder de los ingleses que era un factor importante en la Guerra de África y se convirtió en el blanco de un creciente número de ataques aéreos pesados ​​del Eje con la intención de aislar Malta e incluso eliminarla como una amenaza.

La Primera Batalla de Sirte
Vale recordar que la Primera Batalla de Sirte también fue otra derrota británica que se produjo el 16 de diciembre de 1941 cuando salió del puerto de Nápoles un convoy italiano destinado a Libia compuesto por cuatro barcos de transporte, tres italianos y uno alemán, y ocho destructores. Se otorgó el nombre a toda aquella fuerza de Convoy M42, lo mismo que a la misión “Operación M42″. La exagerada escolta de los mercantes de provisiones y materiales al Norte de África era debido a los numerosos ataques ingleses a mercantes italianos. El almirante Angelo Iachino (1889-1976), comandante en jefe de la flota italiana. 

El Contraalmirante británico Philip
Louis Vian fue derrotado por los
italianos en las dos Batallas
de Sirte.
El almirante Andrew Cunningham, sabiendo de la importancia de cortar las líneas de suministros con África, ordenó a la Fuerza K echarse a la mar con tal de impedir abastecer a Rommel. Entre los navíos estaban los cruceros pesados HMS Neptune, HMS Aurora y HMS Penélope; los ligeros HMS Naiad, HMS Euryalus y HMS Carlisle; más 14 destructores. Toda la Fuerza K quedó bajo el mando del Contraalmirante Philip Vian (1894-1968).

A las 17:40 horas del 17 de diciembre de 1941, a 29.000 metros de distancia, cerca del Cabo Sirte en Libia, la flota italiana que marchaba a Trípoli fue la primera en descubrir a la flota británica, que precisamente tenía la misión de atacar a los italianos sin ser descubierta. Perdido el factor sorpresa, los acorazados Littorio, Caio Dulio, Andrea Doria y Giulio Cesare abrieron fuego contra los cruceros británicos. Totalmente sorprendidos, los navíos británicos, australianos y holandeses cambiaron de rumbo a toda máquina, esquivando los proyectiles italianos que levantaban enormes columnas de agua sobre los barcos. Sólo una salva del acorazado italiano Gorizia impactó en el destructor HMS Kipling matando a un marinero, mientras que el destructor Maestrale acertó y dañó al destructor australiano HMAS Nizam.

El destructor italiano Maestrale.
Como resultado de aquel encuentro que duró 10 minutos, la flota británica escapó de la zona, dejando al Convoy M42 vía libre para llegar a Libia sin ser molestado. Pero al caer la noche, el almirante Vian se arrepintió de su cobardía y ordenó a sus buques dar media vuelta y regresar a interceptar al convoy al que veían todavía en sus radares. 

Mapa de la Primera Batalla de
Sirte, 17 de diciembre de 1941.
Clic para ampliarlo.
La noche del 17 al 18 de diciembre de 1941, la flota británica se adentró en el campo de minas italiano de Trípoli. En medio del silencio de la noche, una ensordecedora detonación cubrió al crucero pesado HMS Neptune a causa del roce con una mina marina italiana. El crucero herido se detuvo, y para evitar introducirse más en el campo minado dio marcha atrás chocando la popa con otra segunda mina, y después con una tercera que lo condenó a la deriva. El crucero HMS Aurora intentó extraerle de allí remolcándole, pero había tantas minas que tocó una de ellas, la cual le provocó 100 muertos. Mismo destino tuvo el otro crucero HMS Penélope pero no fue dañado seriamente. Entonces se decidió que lo sacara un barco más pequeño como el destructor HMS Kandahar, pero el resultado fue peor, pues una mina explotó en el navío incendiándolo y hundiéndole con 73 marineros a bordo que perecieron ahogados. En tanto, el HMS Neptune dio una voltereta y se hundió con 767 marineros.

Al amanecer del 18 de diciembre de 1941 dos flotas entraban en los puertos: la británica humillada amarraba en Malta; y la italiana atracaba en Trípoli victoriosa, sin pérdidas y llevando el vital material a Rommel. Los Aliados tuvieron 940 muertos, mientras que Italia ninguno.

Con esta y otras victorias, los italianos lograron la superioridad naval sobre los británicos desde diciembre de 1941 hasta noviembre de 1942. A medida que Malta fue quedando sin aviones, cañones antiaéreos, combustible, alimentos y municiones, el Alto Mando británico decidió enviar un convoy que zarpó de Alejandría el 21 de marzo.

Comienza la Segunda Batalla de Sirte
A las 14:30 del 22 de marzo de 1942, los británicos se enfrentaron por un par de cruceros pesados ​​y destructores de escolta. El Contraalmirante Philip Vian puso en práctica inmediatamente su plan; los buques de carga y acompañantes se alejaron hacia el sur, mientras que los cruceros ligeros y destructores restantes lanzarían humo y pelearían con los italianos.

Almirante Angelo Iachino
(1889-1976), triunfador en
ambas Batallas de Sirte.
Los italianos fueron los primeros en disparar a las 14:35 horas desde 21.000 metros de distancia con cañones de 205 milímetros. Después de un intercambio de disparos, los dos cruceros pesados ​​italianos retrocedieron en un intento de atraer a los británicos hacia la principal escuadra italiana entrante, a las 16:37 y volvieron a atacar con la nave insignia del Almirante Angelo Iachino, el acorazado Littorio, un crucero ligero y sus destructores.

Según los informes británicos, el HMS Cleopatra fue golpeado en la parte posterior del puente a las 16:44 por un proyectil del crucero ligero Juan de Médicis; 16 marineros murieron por la explosión. Los cruceros Euryalus y Penélope también fueron dañados por cañonazos del acorazado Littorio a las 16:43 y a las 18:41. El destructor Kingston fue alcanzado por un proyectil en medio del barco procedente del Littorio que mató a 15 hombres de su tripulación. Algunas fuentes afirman que también fue alcanzado por los cañones del crucero pesado Gorizia. A pesar de que el Kingston tenía un motor en llamas y una caldera inundada, sin embargo logró recuperar velocidad, huyendo de la batalla y llegando a Malta al día siguiente. Tres destructores más, SikhLegión y su gemelo Lance, fueron dañados por proyectiles de 8 pulgadas (203 mm). La flota italiana gastó 1.511 rondas de todos los calibres sobre la escuadra británica. Los cruceros británicos habían respondido con 1.553 rondas y los destructores con cerca de 1.300 rondas, así como 38 torpedos sin dar nunca en el blanco. En tanto, aeronaves del Eje hicieron continuos ataques, principalmente contra el convoy, durante todo el combate naval.

El acorazado Littorio, buque insignia
del comandante Iachino.
La batalla duró dos horas y media, y los barcos británicos abandonaban la seguridad de su cortina de humo para disparar unas cuantas salvas y luego regresar a ella cuando las salvas de los italianos se acercaban demasiado. Durante uno de estos intercambios, el destructor Havock sufrió un gran daño cuando disparó contra el buque de guerra italiano, y se le ordenó retirarse de la línea de batalla y unirse al convoy. El Havock quedó gravemente dañado en una caldera a las 17:20, sufriendo ocho muertes. 

Batería aérea del crucero inglés HMS Cleopatra
y más lejos, cortina de humo del crucero
inglés HMS Euryalus.
A las 18:34, Vian decidió enviar a sus destructores en los ataques de lanzamiento de torpedos de unos 5.000 m (4.600 m), el más cercano a los italianos permitiría a los británicos a acercarse. Ninguno de los torpedos encontró su objetivo, El destructor Lively también fue alcanzado por esquirlas de las principales armas del acorazado que perforaron un mamparo, causando algunas inundaciones, pero no hubo víctimas. El Lively se vio obligado a retirarse a Tobruk para las reparaciones después de las 18:55 horas.

El submarino alemán U-565 que hundió
al crucero británico HMS Naiad.
Justo al final de la acción, a las 18:55, el Littorio fue alcanzado por un proyectil de 120 mm en su cubierta, con daños insignificantes. Al caer la tarde, alrededor de las 19:00, los italianos se cansaron de disparar y volvieron a casa. Los italianos en potencia de fuego eran superiores a sus homólogos británicos pero no deseaban combatir de noche.

Movimientos de la Segunda Batalla
de Sirte, el 22 de marzo de 1942.
Independientemente de la flota italiana, patrullaba desde hacía semanas en el Canal de Sicilia un submarino alemán, el U-565, de la Kriegsmarine, que dispara sus torpedos y hunde el 11 de marzo al crucero británico HMS Naiad de 5.450 toneladas muriendo 77 marineros y el resto logró salvarse cerca del naufragio, al norte de Sidi Barrani, Egipto.

Tras la derrota con los italianos, la mayor parte de la fuerza de escolta británica, ahora corta de combustible y municiones debido al prolongado combate volvió a Alejandría. Los destructores dañados y los buques de carga fueron enviados a Malta, con los cruceros CarlislePenélope y Legión. Sin embargo, no pudieron proteger a los cuatro buques mercantes que fueron hundidos junto a uno de los destructores de escolta, un crucero ligero y un submarino británico.

El SS Talabot ardiendo en la bahía de Malta.
Por la mañana del 23 de marzo de 1942, aparecieron varias escuadrillas de 300 aviones Stukas alemanes que atacaron en picado a los barcos británicos. Las primeras víctimas de hundimiento fueron los cargueros SS Talabot, de 6.798 toneladas lleno de municiones y SS Pampas de 5.415 toneladas que habían llegado ilesos a Malta.

El SS Pampas en llamas en Malta el 23
de marzo de 1942.
No mucho más tarde, cuando el buque tanque de 9.776 toneladas SS Breconshire estaba a 8 millas del puerto de La Valetta, un Stuka lo inutilizó y tuvo que embarrancar cerca de la costa, hasta que vino un segundo Stuka que lo remató y hundió junto a Marsa Scirocco. El carguero SS Clan Campbell de 7.255 toneladas fue el último mercante en ser hundido a 50 millas del puerto de Malta sufriendo 10 muertos. Finalmente, el 24 de marzo, el destructor HMS Southwold, cuando se disponía a entrar en la isla de Malta tocó una mina marina italiana que sin remedio acabó por hundirle, habiendo 6 muertos y salvándose el resto.

El buque petrolero Breconshire también
fue hundido por los ataques aéreos.
La mayor parte del petróleo del Breconshire que zozobra el 27 de marzo fue rescatado por el agujero en su casco. Sólo alrededor de 4.500 toneladas de carga se habían descargado en Malta, de las 26.000 toneladas que habían sido cargadas en Alejandría. Esa misma jornada terminaron hundidos el crucero HMS Legión por el impacto de dos bombas con 11 muertos y el submarino inglés HMS P-39 hundido mientras estaba siendo reparado en la playa de Kalkara. El destructor HMS Avon Vale queda gravemente averiado. El carguero Plumleaf queda semihundido por un golpe directo.

El SS Talabot cargado de municiones
explota en el puerto de La Valetta.
Si bien estaba en reparación en el dique seco en Malta, el destructor HMS Kingston fue atacado a los pocos días por la aviación alemana y sufrió más daños, esta vez sin posibilidad de reparación. Fue desguazado en Malta en los siguientes meses. 

El carguero SS Clan Campbell fue hundido
a 50 millas del puerto de Malta.
Sin duda alguna, la Segunda Batalla de Sirte fue una victoria italiana por los daños significativos ocasionados a la flota inglesa y sin sufrir en cambio daños ni víctimas en el combate. Sin embargo, los ingleses con 39 muertos y 9 naves de combate seriamente averiadas, en sus libros afirman que se trató de ¡una victoria británica!

El destructor HMS Avon Vale quedó averiado.
El objetivo principal de los británicos, el re-abastecimiento de Malta, fue interrumpido por la intervención de la marina italiana. Esto dejó a los buques de carga expuestos a la supremacía aérea de las fuerzas del Eje. A partir de entonces, la aviación italiana y alemana atrapó el convoy británico en el mar y persiguió a los vapores hasta el puerto de La Valetta; más de 80% de los suministros se perdieron. La operación de proteger al convoy británico fue por lo tanto, un fracaso y un fallo estratégico. 

La Segunda Batalla de Sirte volvió a confirmar lo que ya se sabía en 1942: la presencia naval definitiva de Italia en el Mediterráneo y el declive británico en todos los mares del globo terráqueo.

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