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martes, 2 de diciembre de 2014

EL MAESTRO AMOR FUE CONDENADO A 14 AÑOS DE PRISIÓN POR ABUSOS SEXUALES

El tribunal consideró culpable a Ricardo Javier Ocampo, más conocido como el Maestro Amor, en seis hechos de abusos y corrupción de menores cometidos contra dos adolescentes cordobeses que formaron parte de su comunidad religiosa que funciona en la provincia de Catamarca.

El Maestro Amor es llevado a cumplir sus
14 años de prisión por seis hechos de
abuso y corrupción de menores.
El gurú riojano de 40 años de edad fue trasladado al  penal de Miraflores que está ubicada a muy poca distancia de su residencia particular. “Soy inocente. No tengo miedo”, dijo el director de la comunidad Meditazen. Pero el tribunal de la Cámara Penal 2 de San Fernando del Valle de Catamarca lo condenó por considerarlo responsable de tres hechos de “abuso sexual por el aprovechamiento de la inmadurez de la víctima, dos de abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa y un hecho de corrupción de menores agravado”, delitos perpetrados entre 2002 y 2007.

Diego Diéguez Ontiveros, el abogado
defensor del Maestro Amor.
Además, los magistrados ordenaron (en fallo dividido) que fuese trasladado de “inmediato” a la cárcel de Miraflores para cumplir con su pena. Ocampo se levantó y, escoltado por guardias del Servicio Penitenciario, se subió al vehículo que lo esperaba para su nuevo destino.

El abogado defensor, Diego Diéguez Ontiveros, adelantó que va a apelar la condena y que “no había ninguna razón para detenerlo”. “La condena es un acto arbitrario, por eso vamos a apelar y a rebatir todos los puntos de los argumentos, cuando podamos leerlos”, destacó el defensor y agregó: “No hay ninguna razón para detener a Ocampo”. Los seguidores del Maestro Amor y miembros de su comunidad se reunieron en la puerta del Tribunal para apoyar al gurú con carteles y cánticos, pero al conocerse el fallo desfavorable para ellos dijeron que “seguirán luchando para libertar a su Maestro”.

El fiscal Gustavo Bergesio pidió 18 años
de prisión para Ricardo Javier Ocampo.
En tanto, el fiscal Gustavo Bergesio, que solicitó 18 años de prisión, informó que el veredicto es por los seis casos y dijo que el tribunal no aceptó la supuesta retractación de un denunciante y dio por acreditados los hechos. El otro fiscal de Cámara, Miguel Mauvecín, expresó su conformidad con el veredicto, a pesar de que se había pedido una pena mayor contra Ocampo.

Los cargos que se le imputaron salieron a la luz en 2009, cuando dos ex seguidores denunciaron que el hombre nacido en La Rioja abusó sexualmente de ellos en una comunidad de Catamarca entre 2002 y 2007, cuando eran menores.

La cárcel de Miraflores donde vivirá el Maestro
Amor de ahora en más, está ubicada frente
a su residencia particular.
El tribunal consideró culpable a Ocampo en seis hechos de abusos cometidos contra dos adolescentes cordobeses que formaron parte de la comunidad que funciona en la provincia de Catamarca. Además decidió enviarlo inmediatamente después de leída la sentencia a comenzar a cumplirla en la cárcel de Miraflores, localidad ubicada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Catamarca.

Esta cárcel se encuentra además frente a la residencia particular que Ocampo se hizo construir en Miraflores. En la misma zona también existe un barrio privado donde se construyeron viviendas los seguidores del gurú, y el centro Meditazen, ubicado a pocos kilómetros, en Colonia del Valle.

Gran cantidad de policías rodearon a Ocampo
luego del fallo de la justicia, en previsión de
que sus seguidores intentasen liberarlo.
La cámara catamarqueña aplicó un apartado del artículo 119 del Código Penal, modificado en 1999, por el cual el delito de abuso sexual se agrava cuando es cometido por un “ministro de algún culto reconocido o no” o por un “encargado de la educación”, y eleva la pena de ocho hasta 20 años. Es el caso de Ocampo, que dirige un culto particular con numerosos seguidores y que estaba en condición de “maestro” de las víctimas.

Una de las víctimas, incluso contó que Ocampo le hizo abandonar la escuela para “aprendiera” por el solo hecho de estar a su lado. Ocampo no terminó siquiera la escuela primaria, porque decía que, debido a que es Dios, ya lo sabía todo y no necesitaba formarse.

Acusaciones desde 2005
Los casos de abusos sexuales cometidos por Ocampo fueron conocidos a través de publicaciones que hizo el diario cordobés La Voz del Interior desde 2005. Ese diario habló con las dos víctimas que terminaron denunciando judicialmente al gurú oriundo de La Rioja. También habló con sus madres, quienes primero fueron devotas de Ocampo y luego lo abandonaron.

El tribunal no aceptó una retractación de uno
de los testigos porque consideró que la secta
del Maestro Amor habría presionado al
denunciante.
En los alegatos, los fiscales Gustavo Bergesio y Miguel Mauvecín pidieron 18 años de cárcel, en tanto que el defensor del gurú, Diego Diéguez Ontiveros, había pedido la absolución por considerar que todas las acusaciones eran falsas.

Los jueces tampoco hicieron lugar al pedido final de una de las víctimas, quien presentó un escrito pocos días antes del juicio diciendo que su denuncia había sido un invento que presentó presionado por su madre. El tribunal consideró verdaderas sus dos declaraciones previas, en las que confirmaba los abusos sexuales en su contra. Consideró que, otra vez, la comunidad de Ocampo se había movido para presionar a los denunciantes y hacerlos cambiar de opinión, como hizo en ocasiones anteriores.

El origen del falso gurú
"¿Quién es realmente el Maestro Amor? A través de su propia web se sabe que Ricardo Javier Ocampo nació el 28 de junio de 1974 en La Rioja. A los 6 años fue conocido en diversos medios como "El niño sanador" de su provincia. El niño fue entrevistado en su momento por José de Zer.

Ricardo Javier Ocampo nació
el 28 de junio de 1974
en La Rioja.
A los 26 años Ocampo comenzó a capacitar en inteligencia emocional ("una búsqueda de paz y éxito familiar a través del dominio de las emociones") a médicos, educadores, deportistas y líderes empresariales. "En general, gente con alto poder adquisitivo", según se destaca en la prensa catamarqueña. Y luego creó la comunidad abierta Meditazen, en Miraflores, provincia de Catamarca.

Entrado en kilos, Ocampo viste túnica blanca o naranja y dice que nació "con tres pétalos de jazmín en el ombligo", señal que lo identificaría como una especie de “elegido”, aunque él mismo ya se proclamó como "Dios". Reveló a sus padres su naturaleza divina a los seis años. “Me desnudé, materialicé una túnica y me alejé de casa”. Luego vivió en orfanatos y fue criado por militares.

"Abandoné la escuela primaria porque,
siendo quién soy, no necesitaba educación.
Lo sé todo", dijo humildemente el
Maestro Amor.
Les solía repetir a sus hermanos, que son cuatro, que él lo sabía Todo. "Yo no necesito estudiar", presumía. Su padre falleció siendo él joven, víctima de adicciones como el alcoholismo y el tabaco. Se hizo "niño sanador" y, con buen oído musical, recorrió el país cantando y presentándose con el nombre de “Ricardo Javier”, pero abandonó su destino, que podría haber sido el de un aceptable trovador melódico criollo. Ya había sido bautizado Maestro Amor cuando cantó sus temas latinos en salas de todo el país presentándose como "Ricardo Javier".

"Abandoné la escuela primaria porque, siendo quién soy, no necesitaba educación. Lo sé todo", declaró el gurú en una oportunidad, pero algo falló, porque su divinidad Ocampo no sabe escribir correctamente, lo que se hace evidente en muchos de sus escritos, repletos de errores ortográficos.

En 2001 inventan el personaje
La modista Mónica Socolovsky, quien introdujo el movimiento Sai Baba en la Argentina en los años 80, lo conoció a Ricardo Javier y se convirtió en primera "couch" de Ocampo y respecto al fallecido también falso gurú Sai Baba y a Ocampo dijo: "Los dos encarnan la misma energía, la energía de la divinidad", explicaba Socolovsky al investigador Alejandro Agostinelli en el año 2001.

Mónica Socolovsky, la
creadora del Maestro Amor.
Socolovsky lo entrenó y fue quien rebautizó a Ocampo. Primero lo hicieron llamar Baba Sai, luego Ananda Baba y, por último, Maestro Amor, el apelativo que quedó.

Mónica Socolovsky, dueña de la empresa de modas Sathya, y el psicólogo Daniel Coiffman, fueron los introductores en la Argentina de Sai Baba en los años ochenta, pero como había muchos argentinos que no podían viajar a la India por los altos costos y las distancias resolvieron crear algo más local. El “avatar” debería ser un calco de Sai Baba. También morocho, pero argentino. Le llamaron primero Baba Sai, pero el nombre no generó ninguna reacción, luego lo rebautizaron Ananda Baba y finalmente eligieron Maestro Amor.

Socolovsky, fue quién organizó las primeras charlas de Ocampo, rebautizado Ananda Baba en Buenos Aires, en 2001. A ellas asistían cientos de buscadores sedientos de respuestas. Lo hacían visitar seguido la sede en Palermo de la Fundación Espiritualidad Práctica, presidida por Socolovsky y Daniel Salzman. En agosto de 2001, las noticias sobre el hombre “parecido a Sai Baba” corrían como aguas caudalosas en el mundo nuevaerista de Buenos Aires.

Baba Sai, luego rebautizado
Ananda Baba.
El nuevo gurú, con vestimenta naranja decía ser “madre y padre” a la vez y regurgitaba lingams (piedras mágicas de la India), “materializaba” vibhuti (ceniza sagrada), relojes, baratijas, chocolate y, excepcionalmente, joyas caras como su prestidigitador inspirador de la India.

Otra semejanza con Sai Baba: el Maestro Amor hizo construir un ashram (sin dinero "materializado de la nada", sino con donaciones contantes y sonantes de sus fieles) y, en tanto Creador del Universo, dice que sus acciones están "más allá de la limitada justicia terrestre". Así como investigadores especializados en fraudes descubrieron las torpes artimañas de Baba, otros detectaron las del Maestro Amor; saca objetos "materializados" entre sus ropas; el vibhuti, unas esferitas elaboradas con pasta de incienso, es pulverizado por la presión de sus dedos y, cuando extrae cantidades ingentes de vibhuti de una urna, es porque antes ha sido compactado en repliegues internos del recipiente. 

El Maestro Amor llega a Catamarca
Una vez que tuvo suficientes acólitos, Ocampo decidió construir su morada espiritual en Catamarca, en el año 2002. Adeptos le dieron refugio en una vivienda del departamento Capayán hasta que consiguió terrenos que pertenecen al Estado provincial y que están destinados únicamente a la producción en Colonia del Valle. Comenzaron a erigir su templo en un predio de 75 hectáreas en Colonia del Valle, a pocos kilómetros del pueblo de Miraflores, donde está la residencia de Ocampo y en Miraflores hay un barrio donde construyen sus casas los fieles que no están preparados para residir en el predio. Ambos parajes quedan a 40 kilómetros de la capital catamarqueña. A fines de 2004, su fiel más cercano, Matías Romero, transmitía la impaciencia del gurú. “Hace varios meses que tendría que estar viviendo en el ashram”, conminó el “avatar”.

El Maestro Amor en su reducto de Meditazen,
en tiempos mejores cuando hacía lo que
se le daba en gana.
Al cuartel general de su secta lo llamó Meditazen y desde ese momento, sus propiedades se fueron incrementando a través de donaciones de seguidores o de compras propias. Comenzaron a  llegar allí peregrinos de todo el mundo. Entre ellos, muchos argentinos devotos de Sai Baba que encontraron una encarnación divina más a mano, que les habla en su idioma, les canta canciones románticas y promete milagros en contexto ceremonial idéntico al de Sai Baba en la India. Su carisma atrae, pero muchos se alejaron porque no pudieron soportar una sensitiva instancia en su iniciación: beber su propia orina. Otros, se fueron al rechazar una costumbre, también copiada de Baba, de untar con "aceite sagrado" los testículos de los devotos varones.

Muchas de las enseñanzas de Ocampo revelan su perversión sexual como “Soy la encarnación del Amor en forma consciente. Juego Mi papel a Mi manera. No Soy masculino ni femenino. Pero estoy en un cuerpo humano masculino, ya que éste es el cuerpo que Me permite lograr los Deberes Divinos. Pero cuando amo, no amo a un hombre o a una mujer. Cuando Amo a otros Me Amo a Mí mismo”, escribía Ocampo en un email que envió a sus seguidores el 19 de agosto de 2001. 

El Maestro Amor y Claudio María Domínguez.
Quienes entrenaron a Ocampo, ex Baba Sai, ex Ananda Baba, decidieron que tenía que hacerse conocer el nuevo nombre de Maestro Amor y para eso, nada como atraer la atención que asistir a Un mundo mejor, el programa de cable de Claudio María DomínguezEl ex niño prodigio fue el primero en entrevistarlo largo y tendido. Así fue como el Maestro Amor comenzó a reclutar adeptos.

En 2005, una ex seguidora de Ocampo “lo acusó de quitarle a su novio, tener sexo con todos los colaboradores varones cercanos a él, maltratarla psicológicamente al punto de casi llevarla al suicidio y de predicar una cosa pero hacer otra”, publicó el periódico La Voz del Interior. 

El Maestro Amor posee un predio de 75
hectáreas, una editorial, una constructora,
una rotisería, un centro de salud, una
cooperativa y una camioneta 4x4, aunque 

predique el desapego a lo material.
El Maestro Amor y sus discípulos sostienen que la comunidad se sustenta con la venta de libros, discos, pastas y panes saborizados. Posee también una editorial (El Mensaje), una constructora (Construczen), una rotisería ("La cocina de la abuela"), un centro de salud, y su objetivo declarado a través de la ex fundación (hoy cooperativa) denominada "Bienaventuranza de la Residencia del Señor" es habilitar una escuela para que concurran los niños de su comunidad y también de localidades vecinas. El Maestro Amor posee una camioneta 4x4 aunque predique el desapego a lo material.

En 2003 desaparecieron 1800 bloques para
construir un comedor en un barrio que no
llegaron a destino porque fueron retirados de
forma irregular por una seguidora del "Maestro".
Pero en la Fiscalía de Instrucción Nº 5 de Catamarca, a cargo de Juan Pablo Morales, se tramita una denuncia por usurpación de tierras radicada por la actual diputada justicialista Amalia Buenader.

La posesión de las tierras en Colonia del Valle, que él aseguró que provinieron de la donación de un hombre enfermo, quedó al descubierto en 2002 en el decreto Nº 850 firmado por el ex gobernador Oscar Castillo, que ordenaba el desalojo de la parcela que actualmente sigue ocupando el grupo, por haber encontrado irregularidades en la entrega.

Ricardo Javier Ocampo untaba con
"aceite sagrado" los testículos de los
adeptos varones.
Por otra parte, una situación no investigada por el Instituto Provincial de la Vivienda de Catamarca muestra que en 2003 se perdieron unos 1.800 bloques de los que entrega el organismo provincial, que serían destinados a la construcción de un comedor para los vecinos del barrio Ongolí. El comedor había sido impulsado por personas allegadas a Ocampo, el vicepresidente de la Fundación, y una mujer de apellido Díaz. El caso salió a la luz en el 2006, cuando asistentes sociales que dependen del Ministerio de Desarrollo Social escucharon los reclamos de los vecinos a quienes el IPV les estaba facturando 1.800 bloques que nunca llegaron a destino y que fueron retirados de manera irregular por una seguidora del "Maestro".

La aparición de una entrevista al ex jefe de la policía, y actual subsecretario de Prevención de Adicciones, Néstor Ortiz, en una de las revistas que emite la editorial El Mensaje, también sembró dudas sobre la supuesta llegada de Ocampo a los ámbitos gubernamentales. En la nota, Ortiz le brindaba su total confianza a la "sabiduría" de Ocampo, sobre sus conocimientos "innatos" sobre Inteligencia Emocional.

Escritor, músico y cantante
Para los adeptos de Ocampo el Maestro Amor es un "avatar", o sea, una encarnación de Dios, por ende, puede hacer todo lo que se proponga.

Con el nombre de Ricardo Javier,
el Maestro Amor ya editó tres
discos cantándole al amor.
Ocampo, en su faceta de músico, es Ricardo Javier, a secas. Ya editó tres CDs: Amor Divino, Amor Tropic y Mensajes de Amor. Ediciones El Mensajero –su propio sello– publicó varios libros, entre ellos El poder infinito del subconsciente y Amor. Una Encarnación Divina. Dicta clases de Tai Chi, aerobic, música, teatro y ejercicios de meditación.

En 2007, Claudio María Domínguez se separó de Marisa Albornoz, con quien tuvo a sus dos hijos mayores, y ella viajó a Catamarca para vivir en Meditazen, la comunidad del Maestro Amor en Miraflores. Albornoz vive en la comunidad de Miraflores, sin sus hijos. Aclaró que allí vivía en paz y rechazó las acusaciones contra su líder espiritual.

Marisa Albornoz, madre de dos hijos con el
animador Claudio María Domínguez defiende
al Maestro Amor.
Entre 2009 y 2010, Ocampo permaneció seis meses preso, pero la Justicia riojana decidió liberarlo cuando concluyó que el delito por el cual estaba imputado, abuso sexual con acceso carnal, había prescripto. "Deben saber lo siguiente", explicó el Maestro Amor en 2004, "yo he creado leyes, y estas leyes no fallan, son justas y apoyan tanto el castigo como la recompensa de nuestras acciones." A la vez trascendían presuntos abusos de Ocampo. El periodista Sergio Carreras, por ejemplo, divulgó el caso del joven que originó la reactivación de la causa, un chico cordobés que, en 2002, sufrió el primer abuso no bien llegó a Catamarca. El denunciante dijo que, según Ocampo, tener sexo con él le permitiría superar el recuerdo de un abuso que había sufrido a los 6 años. "Ser abusado por él", dijo el Maestro Amor, "era su karma" porque el joven "había sido un violador serial en una vida pasada". Si mantenía relaciones con el gurú, "aliviaría la carga".

Para los adeptos de Ocampo, el Maestro Amor
es un "avatar", o sea, una encarnación de Dios.
Hay un aspecto que el riojano nunca ocultó, que es parte de su orientación sexual. "Puedo ser madre, compañera, esposa, o enemiga. De esta energía proviene Mi dulzura al hablar, Mi docilidad al actuar", proclamó en su boletín "El Camino", en 2003. Allí definió así la interacción con sus discípulos: "Hay cuatro maneras de relacionarse con Mi energía: 1. Como amante conyugal. 2. Como amigo. 3. Como devoto activo o pasivo. 4. Como enemigo de campo". No incluyó la categoría "socios".

Ambulancias a cambio de impunidad
Cuando estalló el escándalo del abuso de menores, Ocampo buscó el apoyo de empresarios, políticos, funcionarios oficiales y hasta de magistrados provinciales. Si sus fieles daban al Maestro el dinero que le permitía concretar sus proyectos, ¿qué podían necesitar de los políticos?
Juan Pablo Carullo, presidente de la Fundación
Bienaventuranza de la Residencia del Señor.
Donar bienes no estaba dentro de la rutina del Maestro Amor antes de 2009. Pero la situación había cambiado. Ahora podía precisar una "manito". Convirtió a sus voluntarios en entusiastas donantes de dinero, pero también de especias, como las dos camionetas Renault 0 Km que ofrendó, convenientemente recicladas, a las autoridades de la localidad catamarqueña de Coneta.

El 29 de mayo de 2012, la Fundación Buenaventuranza del Maestro Amor duplicó la apuesta cuando entregó al intendente, Omar Soria, dos flamantes ambulancias y un terreno de 2,5 hectáreas, para construir un hospital, a la Municipalidad de Huillapima. "Dése cuenta de que somos más de 12 mil habitantes la población de Huillapima nomás, y con dos o tres ambulancias que tenemos, no es nada", explicó Soria en el acto. "Yo opino de lo que me corresponde como Intendente, mientras sea bien para el pueblo, si es legal… yo no quiero opinar de lo que está hablando la prensa…".

Una de las ambulancias donada por el Maestro
Amor para la Municipalidad de Huillapima,
Catamarca.
Habrá quienes consideren exagerado el número de habitantes invocado para una población como Huillapima, o aceptar una donación de una procedencia dudosa cuando ambulancias no faltaban. Para algunos puede ser clara su legalidad, pero para otros no lo es tanto su ética. 

El 21 de noviembre de 2011, Ocampo entregó una ambulancia al ministro de Salud de Catamarca. En aquella ocasión, las llaves del vehículo no aparecieron milagrosamente. Se las pidió al chofer y se las entregó en mano al médico Mario Marcoli, Ministro de Salud de Catamarca. Por entonces, la provincia era gobernada por el radicalismo. "Yo espero que haya 16 Maestros Amor más para tener este hermoso vehículo en todos los departamentos", dijo.

Según testimonios de ex seguidores de Ocampo,
el Tai Chi del Maestro Amor fue aprendido por él
de videos y programas televisivos.
El riojano Maestro Amor cuenta con gran cantidad de seguidores en La Rioja, Catamarca, Córdoba y las ciudades de Bahía Blanca y Mar del Plata, como así también en localidades de Paraguay, Uruguay y Brasil. El imputado es dueño del Centro de Meditación Meditazen, con sede en la localidad catamarqueña de Huillapima. Ocampo guía a sus seguidores en actividades que buscan "la autorrealización", con supuestas prácticas espirituales, artes marciales, deportes, música, teatro y ejercicios de meditación. Según el testimonio de ex seguidores de Ocampo, el Tai Chi del Maestro Amor fue aprendido por él de videos y programas televisivos. 

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