HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


miércoles, 26 de marzo de 2014

LOS ITALIANOS HUNDEN EL CRUCERO INGLÉS HMS YORK JUNTO A UN BUQUE CISTERNA Y UN CARGUERO

En una audaz operación, seis barchini o lanchas explosivas italianas lograron deslizarse a través de las tres líneas de defensas portuarias y evitar las luces de búsqueda, adentrándose al interior de la bahía de Suda, al norte de Creta.

El teniente de Navío Luiggi
Faggioni comandaba las seis
lanchas explosivas.
La acción comenzó la noche del 25 de marzo de 1941. Dos destructores italianos, el RMI Sella y el RMI Crispi trasportaron a los seis MTM Barchini lo más cerca posible del objetivo. Con los nervios a flor de piel, los seis pilotos estaban preparados para comenzar el ataque.

Mandaba la operación el Teniente de Navío Luigi Faggioni. Además de Faggioni, los Barchini iban pilotados por el Subteniente de Navío Angelo Cabrini, el Cabo Artillero Alessio de Vito, el Cabo de Máquinas Tullio Tedeschi, el Cabo Segundo Lino Becati y el Sargento Emilio Barberi

Imagen de un MTM Barchini.
Ahora todo dependía de la situación de los navíos ingleses en la bahía. Las naves podían haber salido por la tarde. Pero durante la travesía llegaron por radio las últimas noticias sobre los partes de reconocimientos aéreos. No había ningún cambio en la bahía.

Mapa con la posición de la
bahía de Suda y la dirección
del ataque italiano.
Los destructores se detienen en alta mar y descienden las seis lanchas a las 23:30 cuando los destructores se encontraban a 10 millas de Suda. Están a diez minutos al este del Cabo Tripiti y para embocar la Bahía de Suda, tendrán que marchar dos horas a una velocidad de 26 nudos.

El procedimiento establecido es que el piloto del MTM dirija su embarcación de asalto en un rumbo de colisión contra su objetivo y salte al agua unos cien metros antes del impacto y de la detonación de la cabeza explosiva. Así, aprovechándose de su velocidad y su maniobrabilidad, los seis barchini han logrado deslizarse a través de las tres líneas de defensas portuarias y evitar las luces de búsqueda, adentrándose al interior de la bahía a las 04:45. 

Los MTM Barchini (Motoscafo da turismo modificato) navegaron en formación de rombo, con el de Faggioni a la cabeza. Iban a distancia de diez metros y hacían un ruido infernal, lanzados a toda velocidad, como lanchas de carreras. Además, la distancia entre el punto de destino, y del lugar donde habían dejado a los Barchini, era grande y debería ser recorrida antes del alba. Al llegar al objetivo, se redujo la velocidad, y se abandonó la formación de rombo, para formar en línea (eran las dos de la mañana). Después de algunas maniobras de ajustamiento, el equipo se encontró en la posición mejor para efectuar el ataque. Ahora lo único que quedaba hacer era detectar bien las posiciones de las naves y esperar el momento más favorable para atacar.

Mapa de la bahía de Suda con los movimientos
de los italianos. Clic para aumentarlo.
Cuando entran en la Bahía, Faggioni utilizó un potente binocular alemán, y vio, a su izquierda, a 300 metros de distancia, la silueta de un crucero. Vio también un buque cisterna a la derecha (el noruego Pericles, de 8.300 toneladas), y un grupo de navíos mercantes. Para estar seguro de todo había que acercarse: fue solo, regresó y asignó a sus hombres un objetivo. A Cabrini y a Tedeschi contra el crucero (el HMS York), a Beccati y a Barberi contra el buque petrolero y a Faggioni y De Vito de reserva, preparados para atacar en el caso que el ataque contra el crucero no tenga éxito.

El crucero HMS York encallado y escorado.
Mientras esperaban una luz más favorable para distinguir completamente los objetivos, Faggioni repitió a sus hombres y precisó el lugar donde tendrían que reunirse después del ataque, para escapar de la captura. Mientras tanto, el crucero se estaba despertando, y se prendían las luces verdes y rojas del mismo. Parecía que a bordo se estaban preparando para iniciar acciones de maniobras. “Muchachos, el crucero se está yendo, no hay más tiempo que perder”.

Foto de la bahía de Suda momentos después
del audaz ataque naval italiano
.
Faggioni ha dado orden de comenzar el ataque a las 05:00, en plena oscuridad.  Cabrini y Tedeschi comenzaron a moverse lentamente. Cada MTM (apodado barchini o “pequeños barcos”) cuenta con una cabeza explosiva de 350 kilogramos de TNT. La maniobra consistía en acercarse con el mayor silencio posible hasta 150 metros del objetivo, después a toda velocidad para el salto decisivo. A 80 metros del objetivo tiraron la manija de explosión que saca el seguro de la carga de 350 kilos de TNT, y bloquearon el timón para asegurarse de la dirección justa. Las lanchas torpedo alcanzaron el objetivo, y a bordo del crucero, se escucharon dos violentas explosiones, que estremecieron la nave inglesa, pero sin ver nada, las ametralladoras comenzaron a disparar. Disparaban sin ver nada, creyendo que se trataba de un ataque de aviones torpederos. El crucero, alcanzado por dos torpedos, se inclinó a estribor, sus salas de máquinas y sus almacenes de municiones quedaron inundados y comenzó a hundirse de popa. Para evitar su pérdida total, un remolcador vino en su ayuda y lo encallan haciendo que su casco repose sobre el fondo de la bahía.

El buque cisterna Pericles quedó
gravemente dañado.
El casco roto se posó en el fondo a 5 metros. Eran casi las 05.30 del día 26 de Marzo de 1941. Faggioni vio a último momento otro crucero al que se le suministraba carburante ocultado por el mismo buque cisterna, se trataba del crucero ligero HMS Coventry. El MTM de Becatti ataca al buque tanque Pericles, golpeándole en la popa e hiriéndolo de muerte. Faggioni se ha dirigido hacia el mismo objetivo, pero el Coventry, alertado por el anterior ataque, ha intentado escapar disparando en todas direcciones con toda su artillería. Faggioni ha apuntado su lancha contra el buque de guerra.  Desafortunadamente, el barchino ha fallado su objetivo y ha explotado contra el muelle. Los otros barchini lograron que el Pericles fuera severamente dañado y encalló, mientras que el otro petrolero y el buque carguero se hundieron. Uno de los MTM falló y quedó encallado en la arena del fondo.

Otro punto de vista del agonizante
crucero HMS York.
Como resultado de este ataque, la Royal Navy perdió el único crucero dotado de cañones de 203 mm con que contaba en el Mar Mediterráneo, además de la preciosa carga alojada en el interior de los buques mercantes alcanzados. 

Después de los ataques, los tripulantes empezaron a nadar, en las tinieblas, hacia el punto de reunión. Llegados a tierra vieron que las explosiones habían sido de número mayor a las programadas: habían explotado también algunas minas colocadas en el puerto. Eran las 07.00 cuando fueron capturados y conducidos al Comando de Policía Británico.

El crucero HMS Bonaventure, hundido el 31 de
marzo de 1941 por el submarino italiano Ambra.
A las 16.00 fueron llevados al fuerte de Palaiokastro, que era la barraca de las tropas de tanques de Creta, y llevados a celdas separadas. Faggioni y todos sus hombres sobrevivieron pero no han logrado escapar, siendo retenidos por los británicos en Suda. Fueron tratados con todo respeto por sus captores, admirados por la valentía de los marinos del Duce.

Este primer éxito italiano continuará con el hundimiento del crucero liviano HMS Bonaventure (31), que será hundido el 31 de marzo de 1941 por el submarino italiano Ambra al sur-sureste de Creta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario