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lunes, 3 de febrero de 2014

SE CONMEMORAN 201 AÑOS DEL COMBATE DE SAN LORENZO

El 3 de Febrero de 1813, los Granaderos a Caballo creados por el General San Martín derrotan a las fuerzas españolas 32 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario.

Soldados del Regimiento Granaderos a Caballo
frente al Paseo Histórico o del Bicentenario.
Con motivo de cumplirse otro aniversario del histórico combate, ayer las autoridades sanlorencinas inauguraron el Paseo Histórico de San Lorenzo conocido como “Paseo del Bicentenario” a una cuadra del Campo de la Gloria donde se colocó una estatua del General San Martín a caballo, por decreto del intendente de la ciudad homónima, el Dr. Leonardo Raimundo.

Al respecto, Raimundo declaró que "el aniversario de la Batalla de San Lorenzo es un hecho trascendente en la vida de los argentinos, y especialmente en la de los sanlorencinos, ya que se evoca el primer hecho y el único militar del General San Martín en suelo argentino”.

Fanfarria Alto Perú en los actos del sábado
2 de Febrero en la ciudad de San Lorenzo.
A la inauguración asistió la Fanfarria "Alto Perú" del Regimiento de Granaderos a Caballo, compuesta de alrededor de 30 granaderos, banda militar que realiza su performance montada, que interpretó varias melodías patrias entre ellas la reconocida mundialmente Marcha de San Lorenzo, también el Himno Nacional, el chamamé Km 11 y otros temas musicales acompañados por todo el pueblo sanlorencino, familias y mucha gente joven.

Este lunes 3 de febrero en horas de la tarde se realizará el acto oficial por la conmemoración de los 201 años del combate librado por el general José de San Martín en San Lorenzo, a orillas del río Paraná, donde derrotó a los invasores españoles.

Arriamiento de la bandera por los Granaderos,
el 2 de febrero de 2014 en San Lorenzo.
Esta tarde desde las 19 horas, en el Campo de la Gloria, estarán presentes autoridades nacionales, provinciales y locales, para el acto principal por la conmemoración del 201 aniversario. Desfilará el Regimiento de Granaderos a Caballo recreando la histórica carga de los Granaderos a Caballo en el mismo lugar donde se produjo hace 201 años. Por la noche de este lunes, diversos conjuntos de danzas interpretarán el Pericón Nacional y se estrenará el musical "No hay precio a la libertad", protagonizado por artistas de la ciudad de San Lorenzo y declarado de interés por la Legislatura provincial.

El cierre de los actos artísticos será del 6 al 9 de febrero con el tradicional festival "San Lorenzo, un canto a la Libertad", del que participarán artistas locales, y grandes figuras nacionales como "Chiqui" Pereyra, "El Carabajalazo" y el número de cierre con Luciano Pereyra.

El histórico combate
Tuvo lugar el 3 de febrero de 1813 y fue el bautismo de fuego del Cuerpo de Granaderos a Caballo creado por el entonces coronel José de San Martín, y también el primer y único combate librado por el Padre de la Patria en suelo argentino. Fue en el Campo de la Gloria, en las inmediaciones del Convento de San Carlos Borromeo, en San Lorenzo.

Regimiento de Granaderos a Caballo el domingo
2 de febrero frente al Convento de San Carlos.
Ese día por salvar la vida de San Martín, cuando cayó su caballo, el sargento Juan Bautista Cabral inscribió su nombre en la historia. Fue un combate y no “batalla”, porque el primer término se refiere a los conflictos armados o bélicos entre las fuerzas militares en la guerra, realizados con escaso tiempo de duración en el que se enfrentan un reducido grupo de hombres de uno y otro lado. En este caso, el Combate de San Lorenzo duró apenas 15 minutos entre el Batallón de Granaderos a Caballo y una fuerza notoriamente superior de 250 soldados realistas que habían desembarcado en San Lorenzo.

En esos años, la ciudad de Montevideo, fue declarada por España como la capital provisional del Virreinato del Río de la Plata, después de los sucesos del 25 de mayo de 1810 donde perdieron el control de la ciudad de Buenos Aires tomada por los patriotas. Por lo tanto, esa ciudad era la principal base naval española en el Atlántico Sur ya que por tierra estaba sitiada por el ejército patrio bajo el mando de José Rondeau. Por lo tanto, los españoles estaban obligados a utilizar la vía marítima o fluvial para abastecerse.

El 3 de febrero de 1813 los Granaderos a
Caballo al mando de José de San Martín
batieron a los españoles superiores en número.
Con mucha asiduidad, una escuadrilla realista partía de Montevideo en dirección al río Paraná, y sus hombres merodeaban las costas robando ganado, aves de corral y cereales. En ese contexto, una expedición conformada por once embarcaciones y 250 hombres zarpó de Montevideo ignorando que estaban siendo seguidos y vigilados por tierra por el coronel de caballería José Francisco de San Martín, al frente de 125 granaderos de su recién creado Regimiento de Granaderos a Caballo.

Fanfarria Alto Perú en el día de ayer, 
frente al pino histórico donde 
se sentó el General San Martín.
El 28 de enero de 1813 comienza la epopeya del Regimiento de Granaderos, que parte de los Cuarteles del Retiro, en Buenos Aires, rumbo a San Lorenzo. El Coronel San Martín, al mando de Granaderos escogidos de los Escuadrones 1 y 2, que eran los más instruidos, marchó por el derrotero de postas que existían camino de Santa Fe; Santos Lugares, Conchas, Arroyo Pinazo, Pilar, Cañada de la Cruz, Areco, Cañada Honda Arrecifes, San Pedro, San Nicolás, Arroyo Seco, Arroyo del Medio, Rosario, y se detuvieron el 2 de febrero cerca de la posta del Espinillo, situada a 21 km al norte de la actual ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Tras cambiar los caballos, continuaron al día siguiente su recorrido hasta el Convento San Carlos, ingresando discretamente por el lado oeste del monasterio, tras negociar la situación con el superior de los frailes franciscanos del convento, fray Pedro García. San Martín ocultó a sus granaderos de modo que la escuadra realista no pudiera observarlos. También contaba con 50 milicianos llegados de Rosario que no participaron del combate pero quedaron resguardando el convento en caso de que el inminente combate fuera desfavorable para las fuerzas patriotas.

Fachada del Convento de San
Carlos, en San Lorenzo,
provincia de Santa Fe.
Los españoles desembarcaron en las inmediaciones y muy confiados avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona (era muy común en aquella época guardar o esconder importantes bienes personales en iglesias o conventos). Pero, para su sorpresa, fueron atacados por las tropas de las Provincias Unidas del Río de la Plata con un movimiento de pinzas de los granaderos cabalgando, saliendo de la parte trasera del convento, una de ellas - la de la izquierda y la primera en moverse - estaba encabezada por el coronel José Francisco de San Martín, que contaba con 35 años de edad, la otra ala, guiada por el capitán Justo Germán Bermúdez, quien estaba secundado por el joven teniente Manuel Díaz Vélez.

Durante el combate que tomó por sorpresa a los realistas que comenzaron a cañonear desde los navíos, una bala hirió al caballo del coronel San Martín, que rodó y apretó una de sus piernas, dejándolo inmovilizado. Un enemigo se acercaba para clavarle la bayoneta, cuando apareció el soldado puntano Juan Bautista Baigorria quien en ese preciso instante se interpuso, mató al soldado realista y comenzó una defensa heroica de su líder, y lo siguió hasta el Cruce de los Andes. Al mismo tiempo, el soldado correntino, oriundo de la ciudad de Saladas, Juan Bautista Cabral, ayudó al coronel a liberarse de la opresión del lomo del caballo sobre su pierna, interponiéndose y le salvó la vida recibiendo la bayoneta destinada a San Martín.

El caballo de San Martín cae y el soldado Cabral 
acude en su ayuda mientras el granadero 
Baigorria le cubre la espalda a su líder.
El soldado Cabral (elevado post mortem al rango de Sargento) entregó su vida como consecuencia de su valiente intervención y sus últimas palabras, en brazos del coronel José Francisco de San Martín, fueron: “muero contento, mi General, hemos batido al enemigo”.

Las fuerzas patriotas tuvieron 15 muertos, más uno que lo haría 8 días después y 22 heridos; en tanto que los realistas sufrieron 40 muertos, 14 heridos y prisioneros. Además abandonaron los fusiles, dos cañones y una bandera que se la arrancó a un español el oficial Hipólito Bouchard. Tanto el capitán Bermúdez, como el teniente Díaz Vélez también morirían en esa heroica acción. Vaya pues, entonces, el
merecido homenaje y eterno reconocimiento a estos auténticos, sencillos, humildes y grandes patriotas que no dudaron en entregar su vida para salvar la Patria que estaba naciendo.

General José de San Martín
(1778-1850).
Los realistas azorados por la resistencia patriota huyeron apresuradamente, corriendo por el campo hasta el lugar donde tenían las chalupas, algunos de ellos se arrojaron al río Paraná desde la barranca y perecieron ahogados. El combate duró en total alrededor de quince minutos. Este enfrentamiento, pese a lo escaso de las tropas comprometidas y a la corta duración de la contienda, tuvo consecuencias estratégicas: no hubo más campañas de los realistas hacia las poblaciones en el río Paraná y Montevideo comenzó a tener problemas de abastecimiento. Esa situación obligaría, más tarde, a su caída en manos de las tropas de Buenos Aires.

El Combate de San Lorenzo es un hito importante de la historia Argentina, porque la victoria argentina no sólo complicó el abastecimiento de los realistas, sino que levantó la moral del Cuerpo de Granaderos y de las fuerzas Patrióticas. No hay que olvidar que pocos días después, el 20 de febrero se lograba otro gran triunfo en la Batalla de Salta con el Ejército del Norte al mando del General Manuel Belgrano, derrotando (1168 kilómetros al norte de San Lorenzo) a tropas españolas que bajaban desde el Virreinato del Perú, perdiendo la vida en esa batalla 480 realistas.

San Martín se expuso al fuego enemigo hasta el punto de que en el combate de San Lorenzo casi perdió la vida. Años después, organizó el victorioso Ejército de los Andes que libertó Chile y Perú.

La importancia estratégica del triunfo de San Lorenzo nos hace recordar con verdadero orgullo a quienes entregaron sus vidas por la patria que recién nacía y nos invita con su espíritu a plantearnos una vez más los mismos objetivos de grandeza y libertad que se propusieron aquellos valientes Granaderos, aquellos compatriotas; que iniciaron el camino hace ya doscientos un años para ya nunca más ser un pueblo sometido.

Texto y fotos: Dra. María Inés, investigadora Asistente en el CONICET.

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