Cuando caminaba por el glaciar Bossons en el Mont Blanc, casi queda
congelado cuando vio la cantidad de piedras preciosas, esmeraldas y rubíes que
estaban al alcance de su mano.
 |
| La caja metálica contenía diamantes, esmeraldas, zafiros y rubíes. |
Un joven alpinista francés, quien no
quiso ser identificado, descubrió una
caja metálica llena de piedras preciosas, diamantes, esmeraldas, zafiros y rubíes
mientras caminaba por el glaciar de Bossons del Mont Blanc, que es la cascada de hielo
más grande de Europa que desciende hasta el valle de Chamonix.
El maravilloso hallazgo podría estar
valuado en casi 246.000 euros. La
sorpresa no lo cegó y primó su honestidad haciendo entrega inmediata del tesoro
a la gendarmería de Bourg-Saint-Maurice. "Es un joven honesto que rápidamente
comprendió que pertenecían a alguien muerto en el glaciar",
comentó Sylvain Merly, comandante de la compañía de gendarmería de Albertville
que precintó las piedras enviándolas a la fiscalía de la zona.
 |
| El glaciar de Bossons. Click en la imagen para ampliarla. |
Las valiosas joyas se encontraban en
pequeños bolsos con la leyenda "Made in India", lo cual
permite sospechar que podrían pertenecer a algún
pasajero que perdió la vida en algunos de los dos aviones indios que se
estrellaron en el Mont Blanc en
1950 y 1966.
"Si no se halla al propietario, la ley prevé que podrían ser devueltas
al joven alpinista", señaló el comandante Merly.
Catástrofes
aéreas en el lugar
La catástrofe del Malabar
Princess tuvo lugar en el Mont Blanc el 3 de noviembre de 1950. Un Lockheed
Constellation
de Air India
se estrelló cerca de Rocher de la
Tournette, a
4.677 m de altura, provocando 48 víctimas (nadie sobrevivió.).
Quince años más tarde, el 24 de
enero de 1966, el Kanchenjunga, un Boeing 707
de la misma compañía Air India, con 117 personas a bordo, se estrelló casi en
el mismo lugar, sin dejar supervivientes. Efectuaba un vuelo entre Bombay y
Nueva York. Entre las víctimas estaba Homi Jehangir Bhabha uno de los padres del programa nuclear de la India, quedando la duda si se
trató verdaderamente de un accidente.
Cuántos más como este joven alpinista ignoto podríamos
ResponderEliminarencontrar en este mundo depravado? Tal vez alcanzarían
los dedos de una mano para contarlos?