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sábado, 1 de junio de 2013

LA CIUDAD DE PORTLAND, EN OREGÓN LE DIJO NO A LA FLUORACIÓN DEL AGUA

El 21 de mayo de 2013, el 80 por ciento de los habitantes de esta ciudad de Oregón rechazaron por cuarta vez en su historia la propuesta de añadirle flúor a la red de agua potable.

En la ciudad de Portland
nunca han logrado 

añadirle flúor a la red 
de agua potable.
Los residentes de Portland, Oregón, Estados Unidos votaron en un referéndum contra un proyecto para añadir fluoruro a su agua potable. Con el 80 por ciento de los votos contra el flúor, el alcalde Charlie Hales, “admitió su derrota”, informó la agencia de noticias Associated Press.

Portland es la ciudad más grande de EE.UU que nunca ha añadido fluoruro en el agua, ni tiene planes de hacerlo, informó Associated Press. En el pasado, los ciudadanos de Portland han vencido a otros tres intentos de agregar fluoruro a su agua desde 1956, cuando se hizo el primer intento que se rechazó en un porcentaje de 60 contra 40 a favor, según informa el diario The Oregonian.

Un votante anti-flúor de Portland, Oregón.
Los habitantes de la ciudad de Portland tuvieron que volver a luchar en 1962, cuando rechazaron otro intento de las multinacionales para fluorar el agua de la ciudad. En 1978 volvió con fuerza otro plan de fluoración del agua corriente. Los vecinos lo rechazaron en una gran votación realizada dos años después.

En los Estados Unidos
196 millones de personas
son obligadas a beber
agua fluorada.
En setiembre de 2012 se armó un poderoso lobby de médicos y empresarios que querían a toda costa ponerle el tóxico flúor al agua. Contaban con cinco concejales de la ciudad que habían votado una propuesta para fluorar con 0,7 partes por millón, el agua de la ciudad y comenzaría en marzo de 2014. La arbitraria decisión no solo afectaría a Portland sino a otras 19 ciudades, entre ellas Gresham, Tigard y Tualatin, unas 900.000 personas en total.

Además, se trató de convencer a la población que todo ya estaba aprobado y no se podía hacer nada para revertirlo. Eso generó una inmediata respuesta de rechazo, porque los habitantes sabían que el objetivo final era enfermarlos. Finalmente, en una tumultuosa votación el 21 de mayo de 2013, los vecinos lograron triunfar una vez más, rechazando la fluoración del agua por un 80 por ciento de votos.

A la izquierda un cartel a favor de envenenar el
agua y a la derecha el del rechazo al proyecto
de fluorar el agua de Portland.
En los Estados Unidos, 196 millones de personas tienen el agua potable fluorada, según Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE.UU. Todos tienen ya sea agua fluorizada o agua que de forma natural o artificial contiene fluoruro en niveles superiores de lo recomendado. El agua de Portland tiene fluoruro natural, pero no tanto como para hacer una diferencia en la salud dental.

Dos afiches de la campaña, a la izquierda, los
que se manifestaban en contra diciendo:
"Cuidemos el agua de Portland de la fluoración.
Vote No el 21 de mayo". A la derecha los que
estaban a favor diciendo que "el 21% de los
niños de la ciudad tienen caries".
En Portland, los que estaban a favor, decían que poner fluoruro en el agua potable tiene los químicos de protección para los niños de bajos recursos, quienes no pueden tener acceso a las visitas regulares al dentista. Los opositores agrupados en Clean Water Portland (Agua limpia para Portland) dicen que el fluoruro daña el medio ambiente y puede tener efectos dañinos para la salud humana.

Los volantes que se distribuyeron a favor de la fluoración por parte del grupo Healthy Kids Healthy Portland, decían que el 21% de los niños de la ciudad tienen caries. El afiche pro flúor no aclaraba que la caries no es una enfermedad provocada por la falta de flúor, sino por la falta de higiene.

"El agua pública se merece una votación
pública", dice la pancarta.
El debate en curso dividió las alianzas políticas usuales en Portland, informó el diario The Oregonian. La revista Slate amplió la información sobre los grupos a cada lado. Las organizaciones médicas y científicas importantes apoyaban la fluorización del agua potable con el pretexto absurdo de prevenir las caries. Los grupos opositores eran más variados, incluyendo el Sierra Club, grupos ecologistas e incluso la oficina local de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés). El grupo anti-fluoración que ejercía presión política y reclamaba un referéndum, era de producción local, informó Slate, y recibió mucha menos financiación que los oponentes a los que derrotaron.

La victoria fue para Agua limpia para Portland,
vecinos que, prácticamente sin dinero, le
ganaron al poderoso grupo de médicos y 

empresarios que los querían envenenar.
Desde hace décadas, los habitantes de Portland han sido atacados por muchas publicaciones de Estados Unidos y por programas televisivos, donde los acusan de ser anticientíficos, de creer que existe una conspiración contra ellos, de ignorantes, etcétera, todo por oponerse a esta práctica malévola de añadir veneno al agua potable.

La primera ciudad de los Estados Unidos a la que se le añadió el tóxico flúor al agua potable fue Grand Rapids, Michigan, el 25 de enero de 1945. Más de 200 comunidades del país han rechazado esta práctica en los últimos años.

Por cuarta vez los vecinos de Portland
vencieron a quienes los querían intoxicar
con flúor: 1956, 1962, 1980 y 2013.
Menos los políticos y médicos corruptos, el resto del mundo se está dando cuenta que existen investigaciones que demuestran la alta toxicidad del flúor. Hay más de 24 estudios en seres humanos y 100 estudios en animales que vinculan al fluoruro con daño cerebral.

El fluoruro tiene efectos inmunosupresores en dosis bajas, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer.

El Dr. Dean Burk (1904-1988), cofundador del Instituto Nacional de Cáncer en los Estados Unidos en 1937 y director del departamento de cito química de la misma institución por más de 30 años. En una entrevista grabada, en 1974, por la televisión holandesa, él se refiere a un estudio, donde compara la tasa de mortalidad de las 10 ciudades más grandes de Estados Unidos de aguas con fluoración y las otras 10 ciudades sin fluoración. Lo que se encontró es que en las ciudades con fluoración las muertes por cáncer ascendían a 10 mil personas más cada año que en las que no tenían fluoración.

El Dr. Dean Burk afirmó: "El proceso de
fluoración del agua potable equivale a
un asesinato público a gran escala"
.
Afirma Burk: “tan pronto como comenzó la fluoración, las muertes por cáncer comenzaron a ascender, el flúor mata generando cáncer, es una de las evidencias más concluyentes que encontré. Es una de las piezas de evidencia científica y biológica más concluyente que encontré en mis 50 años estudiando el cáncer.”

El Dr. Burk invocó la ley federal conocida como la Enmienda de Delaney que dice que “todo lo encontrado que induzca al cáncer en hombres o animales no puede ser legalmente puesto en la comida o en la bebida de hombres o animales de los Estados Unidos”.

Concluye Burk que “el proceso de fluoración del agua potable de las personas equivale a un asesinato público a gran escala, es un delito público”.


Por Alberto Seoane

Vea y escuche las declaraciones del Dr. Dean Burke sobre la fluoración del agua potable:

Dr.Dean Burk Fluoride causes cancer -Spanish-




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