HUMANIDAD Y COSMOS es un programa que trata de traerle a usted eso que siempre se preguntó y nunca tuvo la oportunidad de escuchar… Hechos históricos ocultados, fenómenos insólitos, creencias, mitos y leyendas, arqueología proscripta, seres extraños, energías prohibidas, noticias curiosas, científicos censurados, el misterio de los objetos voladores no identificados, profecías y vaticinios, sociedades secretas, ecología, enigmas y soluciones para vivir física y espiritualmente sanos.


miércoles, 31 de octubre de 2012

ENCUENTRAN RESTOS DE EXPLOSIVOS EN EL AVIÓN PRESIDENCIAL POLACO SINIESTRADO EN ABRIL DE 2010

Expertos polacos han estudiado minuciosamente los restos y han hallado rastros de materiales explosivos, concretamente trinitrotolueno y nitroglicerina, en los restos del avión presidencial que transportaba a 96 personas. Al mundo se le hizo creer que fue un “accidente” donde murió casi toda la elite gobernante de Polonia que curiosamente, se oponía a la Unión Europea.

El gobierno de Varsovia, ahora a cargo del liberal Bronislaw Komorowski, quien ganó al hermano gemelo del fallecido Lech Kaczynski, Jaroslaw, por poco más de tres puntos, se encuentra en un aprieto tras filtrarse la noticia que insólitamente no ha tenido repercusión en la prensa de los multimedios, revelando que científicos polacos han hallado rastros de trinitrotolueno y nitroglicerina, en los restos del avión presidencial polaco siniestrado en Smolensk (Rusia), el 10 de abril de 2010 donde perdieron la vida los 96 ocupantes del aparato, entre ellos el presidente de Polonia.

Lech Aleksander
Kaczynski (1949-2010),
el presidente de Polonia
que murió en extrañas
circunstancias.
"Tenemos indicios de que se produjo una explosión" antes de la colisión, ha asegurado hoy el líder del partido nacionalista Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del entonces jefe de Estado polaco, Lech Kaczynski, fallecido en el accidente aéreo.

Kaczynski hacía estas declaraciones después de que el diario Rzeczpospolita revelara que en las primeras pruebas realizadas por los expertos polacos se descubrieron restos de materiales explosivos en treinta asientos y en otras partes del avión siniestrado.

El líder nacionalista polaco siempre ha defendido que el accidente no fue casual, y en numerosas ocasiones ha afirmado que un atentado podría haber provocado la colisión del aparato, una teoría que Kaczynski considera ahora respaldada por estas informaciones. Además, en enero de 2012 se conoció el intento de suicidio de un fiscal militar polaco que investigaba el accidente aéreo. El coronel Mikolaj Przybyl, fiscal militar de Poznan, había recibido a un grupo de periodistas en su oficina para comentar un asunto sobre presuntas escuchas telefónicas ilegales a unos colegas que están investigando la colisión del avión en la ciudad rusa de Smolensk. Ante las insistentes preguntas del periodismo sobre que se oculta tras la tragedia, interrumpió el acto y les pidió que salieran un momento del despacho. Entonces, oyeron una detonación y, al regresar a la oficina, encontraron al militar tumbado en el suelo, inconsciente y con la cabeza ensangrentada.

Algunas hipótesis hablan de que los Servicios Secretos rusos derribaron el avión porque Lech era un político molesto para los intereses de la capital moscovita. Otra teoría sostiene que fue la propia Unión Europea la que determinó derribar el avión.

Restos del avión presidencial polaco
estrellado en Smolensk, Rusia.
El Fiscal General de Polonia, Andrzej Seremet, comunicó estos descubrimientos (rastros de explosivos) al primer ministro polaco, el liberal Donald Tusk, hace dos semanas.

El partido nacionalista-conservador y principal fuerza de la oposición, Ley y Justicia, con su máximo dirigente, Jaroslaw Kaczynski, hermano gemelo del entonces jefe de Estado polaco, afirmó hoy que los nuevos indicios confirman que se trató de un "crimen atroz".

"Exigimos la renuncia del Gobierno de Donald Tusk. No puede ser que Polonia esté gobernada por personas que durante 30 meses han ocultado lo que ahora podemos decir que fue un crimen atroz", aseguró Jaroslaw Kaczynski.

Marek Magierowski,
subdirector del diario
Rzeczpospolita.
Según el periodista Marek Magierowski, subdirector del diario conservador Rzeczpospolita, la pasividad del Gobierno ante hechos como que Moscú no haya permitido que los restos del fuselaje del avión presidencial sean trasladados a Polonia, o las dudas sobre la exactitud de identificaciones de los cadáveres, dejan la puerta abierta a las especulaciones. Entre las últimas ideas conspiratorias está la de que la niebla que envolvía el aeropuerto fue fabricada.

Hasta el momento todos los informes oficiales negaban la posibilidad de que algún elemento externo pudiese haber causado la tragedia. Es más, se trató por todos los medios de echarle la culpa al piloto, que era el mejor de toda Polonia.

El accidente tuvo lugar en abril de 2010, cuando el avión presidencial de Polonia, un Tupolev 154 M de fabricación rusa, se estrelló en el aeródromo ruso de Smolensk, en medio de una intensa niebla.

Soldados rusos en el lugar de la caída
del Tupolev 154 M, en 2010.
Todos los pasajeros fallecieron, entre ellos el propio jefe de Estado y su esposa, así como importantes líderes civiles, políticos, militares y religiosos de Polonia, muchos ligados o simpatizantes del partido nacionalista-conservador Ley y Justicia.

El informe ruso sobre el siniestro culpó a la tripulación y pilotos polacos de la colisión, ya que se decidió tomar tierra a pesar de las pésimas condiciones climáticas y las advertencias de la torre de control del aeródromo.

Ahora sabemos que deseaban aterrizar porque habían descubierto los explosivos a bordo. Además, los investigadores descartaron que un fallo técnico haya provocado el accidente porque el avión Tupolev TU-154 M se encontraba en perfecto estado.

También se analizaron detenidamente las conversaciones entre los pilotos y la torre de control grabadas y no hay indicios que apunten a ningún desperfecto técnico. Por el contrario, añadió, se advirtió al piloto varias veces de las malas condiciones meteorológicas y de la espesa niebla que había en el lugar, lo que no impidió que hiciera infructuosamente varios intentos de aterrizaje.

El presidente de la comisión parlamentaria polaca de investigación, Antoni Macierewicz, quien fue ministro de Kaczynski, ha asegurado a la prensa cuando se cumplió el primer año de la tragedia que los pilotos polacos no estaban intentando aterrizar y que la tesis rusa de que tomaron la decisión irresponsable de tomar tierra en Smolensk bajo la presión del comandante en jefe de la Fuerza Aérea polaca, General Andrzej Blasik no corresponde en absoluto con la realidad.

“No existe ni una sola palabra dicha por el General Blasik [en las cajas negras], tampoco hay pruebas de que los pilotos intentaran aterrizar. Al contrario. Cuando estaban a una altura de 100 metros, el capitán Protasiuk, el jefe de la tripulación, tomó la decisión de abortar la operación de aterrizaje, no iba a aterrizar con las condiciones meteorológicas tan adversas que reinaban en ese momento. Ese avión no se hizo pedazos porque chocara contra el suelo, sino que chocó contra el suelo porque se hizo pedazos“, afirmó.

“Los pilotos polacos fueron engañados por los rusos, como sabemos hoy a partir de las pruebas recogidas y de las transcripciones de las conversaciones de los controladores de la torre rusa con la central moscovita, la decisión sobre inducir a error a los pilotos fue tomada desde la central de Moscú”, explica Macierewicz tajante. “Seguimos sin saber quién fue personalmente, no conocemos los apellidos de las personas que estaban haciendo eso en Moscú, pero estamos seguros de que fueron inducidos a error”, añade.

Si en los primeros momentos la magnitud de la tragedia consiguió unir a los polacos, un año después el dilema entre olvidar o recordar les divide.
 
A continuación, esto es lo que se habló en el programa radial Contacto con la Creación, del viernes 16 de abril de 2010, luego del “accidente” que premonitoriamente e intuitivamente insinuamos que se trató de un sabotaje, al igual que lo afirman actualmente el 70% de los 38 millones de ciudadanos polacos. Ahora, el tiempo nos dio la razón.

EN EL ACCIDENTE DEL AVIÓN PRESIDENCIAL POLACO MURIERON TODOS OPOSITORES AL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Lech Kaczynski, presidente de Polonia, que viajaba junto a su esposa María, con el jefe del Ejército, el general  Franciszek Gagor y el gobernador del Banco Central, Slawomir Skrzypek, murieron entre los 96 pasajeros de un avión que se estrelló en Rusia mientras realizaba una maniobra de aproximación fallida al aeropuerto de Smolensk (oeste de Rusia).

La Fiscalía rusa confirmó que el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, de 60 años viajaba a bordo del avión Tupolev TU-154 siniestrado el sábado 10 de abril. Según la agencia rusa RIA Novosti, no hay ningún superviviente.

En este accidente de aviación murió "la elite de la nación", dijo el ex presidente y premio Nobel de la Paz, Lech Walesa.

Los restos del presidente Kaczynski fueron recibidos en Varsovia por el primer ministro Donald Tusk, el presidente interino Bronislaw Komorowski y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek. También estaba presente el hermano gemelo del mandatario y ex primer ministro, Jaroslaw, que junto a la hija del presidente, Marta, se arrodilló frente al ataúd, permaneciendo en silencio algunos minutos. Las autoridades convocaron a una semana de luto oficial.

Los políticos polacos fallecidos se dirigían al poblado ruso de Katyn para participar en los actos conmemorativos de la matanza de 22.000 oficiales polacos por el comunismo stalinista en la primavera de 1940. Durante muchos años se culpó a los nazis de esta masacre, pero el tiempo demostró que habían sido los soviéticos. No fue hasta 1990, bajo el gobierno de Mijail Gorbachov, cuando reveló documentación secreta donde se aclaró la responsabilidad de la Unión Soviética. En dichos expedientes está escrito que el comisario de la seguridad del Estado soviético, Lavrenti Beria ordenó la meticulosa ejecución de 22.000 prisioneros polacos.

Lech y Jaroslaw Kaczynski eran presidente y premier de Polonia, e impulsaron leyes contra la exhibición de los gays y contra quienes colaboraron con el comunismo. Desde que llegaron al poder generaron la oposición en los países ateos materialistas y liberales de la Unión Europea. Su mayor ambición era la "renovación moral" del país y la preservación de los valores familiares.

Lech Kaczynski llegó en 2005 a presidente y su gemelo Jaroslaw, es el primer ministro de Polonia. En Polonia la dirección política del país está en manos del premier, mientras el presidente organiza los vínculos internacionales. Los países opositores de Europa se refieren al Orden Natural que pretende regir en Polonia como "intolerancia" de un gobierno que además es anticomunista.

Los Kaczynski, quienes se diferenciaban por el lunar que Lech tenía cerca de la nariz, trabajaron para liberar a la nación de comunistas, homosexuales y traidores. Entre otras medidas, exigieron a académicos, funcionarios, abogados y periodistas a firmar una declaración informando si alguna vez colaboraron con el régimen comunista, entendiendo tal colaboración como una traición a la Patria.

Su plan fue el de restaurar la historia nacional de Polonia, basada en la Fe católica, que fuera sometida últimamente por los nazis y por la Unión Soviética. Su política se basaba en la Doctrina Social de la Iglesia, en el nacionalismo y en la moral tradicional, a pesar de aceptar las reglas del "juego democrático".

Además, entre otras medidas, el ministro de Educación y vicepremier Roman Gyertich impulsó una ley para prohibir las charlas sobre homosexualidad en las escuelas, bajo pena de despido, multa y hasta prisión. El gobierno también prohibió la "Marcha del orgullo Gay". En respuesta a lo antinatural, incluso se difundió una consigna entre los ciudadanos (no por parte del gobierno), denunciando las siguientes aberraciones antinaturales de las cuales Polonia no iba a ser cómplice: eutanasia, homosexualidad, campos de concentración, aborto, drogas libres y demás que se pretenden imponer mundialmente. "Si esa clase de aproximación a la vida sexual fuera promovida a gran escala, la raza humana podría desaparecer”, advirtió en su oportunidad el presidente Lech Kaczynski en Irlanda.

Fundadores del partido ultraconservador Ley y Justicia, los Kaczynski llegaron al poder en 2005, poco después de la muerte del papa polaco Juan Pablo II, y un año después del ingreso de Polonia a la Unión Europea. Su padre fue miembro de la resistencia polaca contra los nazis.

Durante el período comunista conocieron la cárcel y tuvieron un papel de relevancia en las filas del sindicato Solidaridad, en los 80, en la gran revuelta de los astilleros de Gdansk que erosionó las bases del comunismo. Como abogado, Lech fue el principal asesor de su homónimo Walesa, líder de la revuelta y posteriormente presidente de los polacos.

Jaroslaw Kaczynksi, el hermano sobreviviente, es un político tradicional que nunca se ha caracterizado por su adaptación tecnológica, ya que carece de carné de conducir y cuenta bancaria, y posiblemente no cuente en su vivienda con conexión a internet.

En la nueva Polonia del siglo XXI rige el nacionalismo católico, después de una sucesión interminable de guerras que destruyó a toda Polonia y sus alrededores. Lech Walesa fue presidente de la República como logro de su resistencia anticomunista, pero después volvieron los ex comunistas pasados a la socialdemocracia. Diez años duraron las dos presidencias de Aleksander Kwasniewski. Los poscomunistas se fueron envueltos en escándalos de corrupción y acusaciones de ineficiencia. Los gemelos llegaron al Gobierno aliados con los liberales, pero apoyados por dos grupos de derecha agraria y católica: el partido de la Autodefensa campesina y la Liga de las Familias.

Polonia se opuso rotundamente a la masiva campaña de vacunación
En el último cuatrimestre de 2009, Polonia fue el único país que se negó a comprar a los laboratorios farmacéuticos la supuesta vacuna contra la Gripe A, y de hecho no compró ni una sola dosis. El primer ministro polaco, Donald Tusk, había dicho que su Gobierno no compraría vacunas que no han sido adecuadamente probadas y que los fabricantes no se hacen responsables de los posibles efectos secundarios.

Polonia no se deja manipular por la OMS y las Farmacéuticas para que compre millones de dosis de la supuesta vacuna contra el H1N1. Al respecto, la ministra de salud de Polonia Ewa Kopacz dijo en conferencia de prensa transmitida por la TVN24, que el gobierno rechaza la vacunación masiva contra la gripe porcina, debido a preocupaciones por la seguridad de las vacunas. Kopacz dijo que el gobierno basará su decisión de utilizar la vacuna en los datos de ensayos clínicos fiables, pero que de momento estos datos fiables no existían.

“Hasta el momento ninguna empresa farmacéutica con la que hemos negociado la compra de la vacuna ha sido capaz de proporcionarnos las pruebas de que las vacunas son seguras y no tienen efectos secundarios potenciales”, denunció la ministra de Salud polaca.

“¡No voy a trabajar bajo presión! No vamos a pedir las vacunas H1N1 a menos que exista plena prueba de que son completamente seguras”, dijo la ministra Kopacz por cadena nacional.

La Ministra también declaró que "no entiende como se está creando tanta alarma con la Gripe Porcina, y sin embargo con la gripe estacional que es mucho más peligrosa nadie dice nada".

Poco han tardado desde la EMEA en dar réplica a la ministra polaca, su portavoz Harvey-Allchurch ha acusado a la Ministra Kopacz de populista y de poner en peligro al pueblo polaco, porque según el criterio que utiliza, “terminará de comprar la vacuna en Enero o Febrero, y para entonces la pandemia habrá causado la muerte a niños y mujeres embarazadas”. (Por lo que vemos siguen con la táctica del miedo). De más está decir que Polonia no compró las vacunas, no murió ningún polaco de gripe H1N1 y la venganza por esto fue el “accidente” del avión.

Y poco a tardado el Adjunto en el Ministerio de Salud Polaco Fronczak en contestar a la EMEA: “En uno de los países que compran una gran cantidad de vacunas, dos personas murieron a causa de H1N1, y cuatro personas por ponerse la vacuna”. Asimismo, recordó que “En un año la gripe estacional es el sufrimiento de más de mil millones de personas, y alrededor de un millón mueren”.

Por otro lado el Ministerio Polaco se ha ofrecido a Ucrania para analizar las muestras del virus que les están causando tantas muertes y que se sospecha que sea el de la Gripe Aviar (H5N1), y que estos análisis sean hechos en laboratorios independientes.

Al parecer los laboratorios de la OMS en Londres han dicho que el virus que está causando las muertes en Ucrania es H1N1.

Como pueden percibir, la mentira está alcanzando niveles que no llegábamos a sospechar, pues el mismo ministerio Ucraniano está catalogando la mayoría de las muertes como Infección Respiratoria Aguda, y los síntomas que han descrito los médicos no tienen nada que ver con los del H1N1.

Como dijo el forero “Lladó” en el sitio digital burbuja.info: “Pobre mujer, cualquier día de estos tiene un “accidente” de coche. O “se tira” desde un rascacielos. Habrá que estar atentos. Y al año siguiente se “estrella” el avión presidencial con todo el gobierno polaco a bordo.

Esa rebeldía contradiciendo a los laboratorios, a la OMS, a la ONU, era un mal ejemplo para los demás países y por tanto, los poderes ocultos, los que gobiernan el mundo en la sombra, decidieron que había que dar una lección acerca de los que les pasa a quienes osan desafiar al poder de los amos del mundo.

La muerte del presidente hizo que las elecciones sean adelantadas, las cuales se celebrarán a más tardar el 20 de junio. En tanto, la mayoría del dolorido pueblo polaco de 38 millones de personas está convencido que el accidente se trató de un sabotaje.

El “accidente” donde murió el presidente de Polonia     Realmente el presidente polaco y su gabinete habían vislumbrado que quiénes gobiernan al mundo en secreto preparaban una próxima y progresiva pérdida de la soberanía nacional de todos los países miembros de la Unión Europea, con el fin último crear una unión real, un país único y sometido bajo un gobierno tiránico.

El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, quería salirse de la Unión Europea, de momento no permitía que Polonia entrara en su sistema monetario, la muerte parece a simple vista un accidente de avión, pero lo cierto es que el avión presidencial estaba perfecto, estos aviones se revisan mil veces, con sistemas informáticos y durante la travesía no hubo problemas, las posibilidades de accidente son una entre un trillón de este tipo de aparatos. El piloto era experto, de los mejores de Polonia según los datos, no cualquiera lleva al presidente, y sin embargo el cúmulo de errores en la pista de aterrizaje fueron muchos.

Algo pasó fuera de lo normal, para que el avión presidencial fallara en el último momento, ¿hablamos de sabotaje? parece que sí.

Al enterarse del accidente, la conmoción en Polonia fue inmediata y enorme, y las plazas se llenaron de multitudes dolientes que lloraban a su presidente, un católico conservador que fue protagonista de la lucha contra la dictadura comunista en tiempos de la Guerra Fría. Las condolencias internacionales llegaron a Varsovia desde los cuatro rincones del mundo, y el gobierno provisional anunció elecciones anticipadas para antes del 20 de junio de 2010.

El “accidente” ocurrió al estrellarse el avión en medio de una densa niebla, a 400 metros de la pista de aterrizaje y luego de que la torre de control sugiriera repetidamente al avión no intentar el descenso. La numerosa delegación oficial polaca viajaba a Rusia para participar en la conmemoración de la masacre de 22.000 oficiales e intelectuales polacos por parte de la dictadura comunista de Stalin durante la II Guerra Mundial, en el siniestro episodio conocido como las fosas de Katyn. Las relaciones entre Polonia y Rusia han sido históricamente difíciles, y el episodio en el que murió el presidente polaco es una muestra más de ello, dado que el homenaje a la masacre de Katyn se había convertido en motivo de tensiones bilaterales.

Entre los pasajeros se encontraba también la esposa de Kazcynski, María, y funcionarios polacos de primer rango, incluyendo al jefe del Estado Mayor, general Franciszek Gagor; el vicepresidente del Parlamento, Jerzy Szmajdzinski, y el viceministro de Exteriores, Andrzej Kremer, así como otros parlamentarios y estrechos colaboradores de Kaczynski. El ex presidente polaco Lech Walesa sostuvo que la tragedia mató a "la elite de la nación". Walesa trabajó activamente con Kazcynski durante los años de lucha contra la dictadura comunista en el sindicato católico Solidaridad.

La noticia generó una profunda conmoción en Polonia. El primer ministro, Donald Tusk, rompió a llorar al recibir la noticia del “acontecimiento más trágico de la posguerra” en Polonia, dijo, y convocó una sesión extraordinaria de su gabinete. Las plazas de Varsovia y de las demás ciudades polacas se llenaron casi de inmediato de una cantidad imposible de calcular de dolientes polacos, portando velas encendidas y fotos del presidente desaparecido.

El titular del Parlamento polaco, Bronislaw Komorowski, decretó una semana de duelo nacional. “Hoy no hay derecha ni izquierda, no hay diferencias”, aseguró Komorowski, que, siguiendo la Constitución, asumió el papel de presidente interino del país. Agregó en un discurso por televisión que consultará con todas las fracciones parlamentarias antes de fijar una fecha definitiva para nuevas elecciones presidenciales, para lo cual tiene dos semanas. La convocatoria electoral será antes del 20 de junio.

En Moscú se estableció un equipo de ayuda y asistencia para las familias de los 96 fallecidos. En conversaciones con el presidente ruso, Dmitri Medvedev, el premier Vladimir Putin aseguró “toda la ayuda imaginable” a los allegados de las víctimas. Tanto Putin como Medvedev se esforzaron por mostrar dolor y conmoción, tal vez para aventar sospechas polacas sobre el origen del accidente. En un mensaje por cadena nacional, Medvedev prometió al pueblo polaco un rápido esclarecimiento de las causas del accidente. El premier polaco, Tusk, se unió a Putin en Smolensk, donde depositaron una ofrenda floral, cuando aún surgía humo del lugar del tremendo accidente aéreo.

Kaczynski quería recordar en Katyn a las decenas de miles de víctimas polacas de la masacre soviética hace 70 años, pero el político, de 60 años y uno de los mayores críticos del primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, encontró la muerte cerca de un lugar marcado por la tragedia para su país. El accidente podría constituir un nuevo golpe para las relaciones ruso-polacas, que estaban empezando a descongelarse.

La gran dimensión del impacto que tuvo la catástrofe no sólo entre los polacos, sino también entre los rusos, quedó de manifiesto en las reacciones de la cúpula del país. El jefe del Kremlin, Dmitri Medvedev, de 44 años, habló con voz pausada y visible consternación en un discurso televisado dirigido al pueblo polaco de una “tragedia”. También Rusia celebró al día siguiente del accidente, un día de luto nacional. En la televisión estatal rusa sonó música de luto, mientras pasaban por la pantalla los nombres de los pasajeros fallecidos, muchos de ellos políticos polacos de alto rango.

Es el trágico final de un presidente que nunca se quiso doblegar a los poderes mundiales. No aprobó que Rusia y la Unión Europea construyeran el ducto del Báltico Nord Stream. A Kaczynski le hubiera gustado impedir la construcción del gasoducto que une Rusia y Lubmin, en Alemania, al considerarlo un nuevo instrumento de poder y medio de presión política del Kremlin. Además, el presidente polaco nunca ahorró críticas a Rusia, siempre evitó el contacto con el Kremlin y durante su mandato nunca hizo una visita oficial a Moscú.

Muchos rusos recuerdan aún que Kaczynski impidió durante mucho tiempo la reanudación de las conversaciones para un nuevo acuerdo de cooperación entre Rusia y la Unión Europea e incluso exigió sanciones contra Moscú. Sólo cuando Rusia levantó la prohibición de importación para la carne polaca, el mandatario polaco desbloqueó las negociaciones.

Duramente quedaron dañadas también las emociones entre Moscú y Varsovia cuando Kaczynski se solidarizó peligrosamente con Georgia tras la guerra del Sur del Cáucaso que lo enfrentó con Rusia por Osetia del Sur en 2008.

¿Qué ocurrió entonces? Kaczynski visitó a propuesta de su homólogo georgiano Mijail Saakashvili la extremadamente insegura zona fronteriza junto a la provincia separatista de Osetia del Sur. Según datos oficiales de Tbilisi, se escucharon disparos cuando el convoy del presidente se acercó a un puesto de vigilancia de Osetia del Sur. Tbilisi culpó a Moscú de haber puesto en peligro la vida de Kaczynski, algo que Rusia negó tajantemente. Pero el presidente polaco utilizó el incidente como prueba de que entre la Unión Europea y Rusia no se respetaba el negociado cese del fuego acordado.

Sin embargo, ninguna disputa fue tan duradera entre Kaczynski y Moscú como los enfrentamientos en torno a la historia común. En la conmemoración del 70º aniversario de la invasión alemana contra Polonia en la zona occidental polaca en torno a Gdansk, Kaczynski volvió a arremeter contra su invitado, Putin.

Cuando los soldados polacos aún resistían contra el ataque alemán, dijo Kaczynski, el Ejército Rojo aprovechó para entrar en el país por el este el 17 de septiembre de 1939. “Ese día Polonia recibió una puñalada por la espalda”, dijo. Una puñalada asestada por la “Rusia bolchevique” a Polonia, acusaciones que nunca le gustó oír a Moscú.

Putin utilizó últimamente un tono conciliador con Polonia, entre otras cosas en aras de la posible cooperación económica con Varsovia, algo que también los analistas polacos retribuyeron. El miércoles (cuatro días después de la caída del avión), se reunió con su homólogo polaco, Donald Tusk, en Katyn, y su apretón de mano fue analizado como un histórico gesto de reconciliación.

Kaczynski rechazó un acercamiento de ese tipo como ya hiciera en 2007 en su primera visita a Katyn. Ahora, Putin y Tusk se reencontraron tras la muerte del presidente polaco en el lugar del accidente, cerca del trágicamente simbólico e histórico lugar.

El destino ha querido que Vladimir Putin, ex jefe de los servicios secretos rusos y el hombre al que el fallecido presidente Kaczynski evitó constantemente, se convierta ahora en el jefe de una comisión de investigación para esclarecer las causas del trágico accidente de avión que le acaba de costar la vida.

Según la versión oficial, un controlador aéreo ruso aconsejó al piloto del avión siniestrado, con el presidente polaco a bordo, desviarse a Minsk, en Bielorrusia, poco antes de su aproximación a Smolensk, debido a la densa niebla, informa el diario polaco Gazeta Wyborcza en su edición on line citando círculos militares. Según el diario, un avión ruso del tipo Il-76 ya había intentado media hora antes aterrizar en Smolensk, después de que el piloto, un buen conocedor del lugar y experimentado ruso, se aproximara a la ciudad sin éxito y decidiera regresar a Moscú. El piloto polaco intentó, pese a las advertencias, aterrizar en cuatro ocasiones. Sin embargo, los controladores aéreos no tenían derecho a prohibir el aterrizaje del avión presidencial. En la cuarta se enredó en las copas de los árboles y se estrelló a las 10.56 de la mañana, hora de Moscú. A una altura de 20 metros, el aparato del presidente polaco tocó la cumbre de los árboles y se partió en varios pedazos”, dijo un testigo a la agencia Interfax.

El ministro de Transporte ruso, Igor Levitin, afirmó que “el piloto del avión decidió por cuenta propia” efectuar el aterrizaje pese a que la visibilidad en la zona debido a una densa niebla era de apenas 400 metros en vez de los 1.000 que establecen las normas. Levitin agregó que los socorristas ya encontraron las “cajas negras” del avión siniestrado, que registran las maniobras efectuadas, pero procederán a estudiarlas junto a expertos polacos tras su traslado a Moscú.

El jefe del Comité de Instrucción de la Fiscalía rusa, Alexandr Bastrikin, dijo, por su parte, que la grabación de las conversaciones de los pilotos con operadores de vuelo confirma que la tripulación decidió “por su cuenta” efectuar la maniobra de aterrizaje. “A la tripulación no le recomendaron aterrizar, pero rechazaron esta sugerencia”, insistió.

El subjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea rusa, general Alexandr Alioshin, declaró que los operadores de vuelo detectaron que los pilotos polacos habían descendido a una altura peligrosa cuando el avión se encontraba a 1,5 kilómetro de distancia de la pista de aterrizaje. Los operadores ordenaron a los pilotos que suspendieran el descenso y luego que abandonaran la zona y se dirigieran a otro aeropuerto, pero la tripulación desobedeció, dijo el general ruso. Tomasz Szulc, un experto aéreo de la universidad técnica de Breslau, recordó un incidente ocurrido en verano de 2008, cuando un piloto desoyó la orden de Kaczynski de volar directamente a Georgia, debido al riesgo que conllevaba, y en lugar de ello aterrizó en un país vecino. Entonces, el presidente tuvo que ser trasladado en automóvil a Tbilisi y acusó al piloto de negarse a cumplir su orden.

En diciembre de 2008, el Tupolev que se estrelló en Smolensk había sufrido problemas técnicos durante la gira asiática del presidente, lo que obligó al mandatario a retrasar su salida de Mongolia y a tomar un vuelo chárter para dirigirse a Tokio. Esos problemas habían hecho que Kaczynski pidiera un nuevo avión y que el gobierno polaco, liderado por el liberal Donald Tusk, anunciara su intención de comprar nuevos aparatos para sustituir a la anticuada flota polaca, que hasta el siniestro de Smolensk contaba con dos Tupolev-154 para desplazamientos de altos cargos.

Desde diciembre de 2009 hasta marzo de 2010 el avión había sumado 123 horas de vuelo y efectuado 50 aterrizajes, todos sin ningún incidente.

La maldición que se repite
La funesta noticia se anunció por los altavoces: cuando las personas concentradas junto al cementerio de Katyn, donde se encuentran enterrados los 22 mil soldados polacos masacrados por las fuerzas soviéticas hace 70 años, esperaban la llegada del presidente Lech Kaczynski, nadie podía creerse la noticia de la nueva tragedia.

Pero del silencio surgió el llanto y las plegarias junto al monumento situado en Rusia. Muchos llevaban una corona de flores en sus manos. Extraños y numerosos ancianos que vivieron de niños la tragedia de Katyn —que se cobró la vida de unos 20.000 oficiales e intelectuales polacos— se abrazaban y consolaban.
Sin duda un trágico desenlace en un trágico lugar: 70 años después de la masacre de Katyn, los polacos vuelven a perder en la misma región a una gran parte de su elite política. Kaczynski quería recordar a los oficiales polacos asesinados por el servicio secreto soviético NKWD en 1940, junto a varios cientos de familiares de las víctimas. La política histórica, que entre otras cosas buscó la dignificación de las víctimas de guerra, estuvo entre los puntos principales de su mandato.

Barbarie y conspiración. Katyn era ya un nombre grabado a sangre y fuego en la historia de la gran nación polaca, pero el accidente lo tatuará en la piel de los polacos durante generaciones, uniendo la barbarie estalinista a la conspiración para sabotear un avión presidencial. Entre el 3 de abril y el 19 de mayo de 1940, cuando la Unión Soviética estaba aliada con la Alemania nazi, el comisario de la seguridad del Estado Lavrenti Beria ordenó la meticulosa ejecución de 22.000 prisioneros polacos. Como es evidente, esta barbarie ha envenenado las relaciones bilaterales hasta nuestros días.

Kaczynski quería estar ya en Katyn el pasado miércoles en las primeras conmemoraciones conjuntas celebradas por el jefe de gobierno polaco, Donald Tusk, y su homólogo ruso, Vladimir Putin. Al no recibir invitación, aplazó su visita tres días. La necesidad de un viaje privado de Kaczynski a Katyn muestra la profundidad de la brecha entre Moscú y Varsovia.

Denuncias en Internet de magnicidio
A pocos días de la muerte de 96 personas a bordo del avión presidencial polaco hay muchos comentarios en internet que relacionan la muerte del presidente polaco con el Nuevo Orden Mundial. Se denuncia por ejemplo, en España que ha sido un clarísimo asesinato, todo piloto sabe que la niebla no es problema con este tipo de aparatos, que aterrizan solos y vía satélite, el estado de la pista tampoco, estos aparatos aterrizan en cualquier sitio, la ciencia ha avanzado mucho, os están engañando, el avión fue saboteado, ha sido un clarísimo asesinato político, ahora bien no creemos que fuera Putin, precisamente cuando Polonia se estaba alejando de la Unión Europea y acercándose a Rusia. Si, parece que la autoría es del Club Bilderberg, el motivo, que el presidente polaco quería salirse de la Unión Europea y no aceptaba sus condiciones de sometimiento.

Por otra parte, se difundió a los pocos días que los pilotos del avión que trasladaba al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y a la comitiva oficial, sabían que la colisión era inminente, según se desprende del análisis de las grabaciones de la caja negra. La nave se estrelló el sábado 10 de abril de 2010, cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto de la ciudad rusa de Smolensk en medio de una densa niebla.

Según algunos medios polacos, la tripulación era consciente de que iba a estrellarse hasta cinco segundos antes de la fatalidad, lo que habría generado un estado de shock en la cabina. “Los expertos están intentando entender las conversaciones mantenidas en la última media hora. Los segundos antes del accidente fueron dramáticos”, reveló el fiscal general de Polonia, Andrzej Semeret. El funcionario indicó que las grabaciones se harán públicas dentro de poco, excepto el contenido íntimo, que no se dará a conocer por respeto a las familias. Semeret agregó que “poco antes de la colisión el ala del avión tocó los árboles, haciendo consciente a la tripulación de la catástrofe inminente, tal vez hasta cinco segundos antes de la colisión hubo gritos desesperados”. Investigadores rusos están decodificando dos grabaciones de voz de la cabina de mando que fueron recuperadas del avión fabricado por Rusia, mientras que una tercera “caja negra” de fabricación polaca con información de vuelo fue regresada a Polonia.

Especulaciones: Mientras tanto, continúa en Polonia el debate acerca de si Kaczynski ordenó aterrizar al piloto, pese a las malas condiciones meteorológicas. Aunque hasta el momento no hay pruebas que demuestren esa hipótesis, sí se sabe que la tripulación estaba presionada a descender en Smolensk ya que si lo hacían en Moscú o en Minsk (en Bielorrusia), como ordenaban los controladores aéreos, la delegación presidencial no llegaría a tiempo a la ceremonia a la que estaba invitada, en Katyn.

Kaczynski era un combativo patriota nacionalista conocido por su desconfianza tanto de la Unión Europea como de Rusia, viajaba para conmemorar el 70º aniversario de la masacre de más de 22.000 oficiales polacos a manos de la policía secreta soviética.

Los controladores de Smolensk instaron al piloto a desviarse por la escasa visibilidad, pero este ignoró la recomendación y realizó cuatro intentos de aterrizaje antes de chocar contra las copas de tres árboles y estrellarse. Funcionarios rusos y polacos indicaron que terminarían de revisar la información dentro de los próximos días.

El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, quien tuvo tensas relaciones con Varsovia tras una represión a polacos étnicos, dijo que Kaczynski, como presidente, tuvo la “última palabra” y por tanto es responsable del accidente. “Está claro quién es el responsable de esto. Culpable o no culpable, eres la persona número uno y eres responsable de ello”, dijo Lukashenko, citado por la agencia Interfax. “Si el avión número uno con el presidente a bordo está volando y hay algún tipo de irregularidad, el capitán informa de la situación directamente al presidente”, dijo Lukashenko. “El presidente pregunta si el avión puede aterrizar en esta situación. Pero no obstante es el presidente el que tiene la última palabra, es quien decide si el avión va a aterrizar o no, pero los pilotos no tienen que obedecer”, agregó.

Otro informe de una fuente polaca que no quiso identificarse afirma que la muerte del Presidente polaco pudo haber sido un pase de factura por no haber seguido la cartilla al pie de la letra de la elite. Se dice que quería que Polonia saliera de la unión europea y se oponía al euro, en defensa de una moneda propia polaca.

Cada día son más las voces que se oponen en todo el planeta al poder oculto de la Sinarquía, que no sabe como silenciar las voces críticas, ya no sabe como ahogar a esta gente rebelde.

Los Bilderberg e Iluminati quieren crear un Nuevo Orden Mundial, donde ellos tengan el mando único y exclusivo, convirtiendo a la humanidad en su esclava por el resto de sus días. Pero esta dictadura que nos quieren imponer ya tiene sus días contados porque la vamos a detener.

Somos 7.000 millones de habitantes y ellos apenas son un puñado de corruptos y asesinos. ¡Triunfaremos!

Anexo: El partido "Ley y Justicia" que perdió a su líder 
Según lecturas en Internet, el partido Ley y Justicia no es "garantista”, sino que busca aumentar las penas por los delitos más graves e incluso volver a establecer la pena de muerte, postula la lucha contra la corrupción.

También se opone a la eutanasia, al aborto, a la promoción pública de conductas antinaturales como la homosexualidad, y a la legalización de las drogas. Su presidente actual es Jaroslaw Kaczynski, el hermano del presidente “accidentado”.

El partido Ley y Justicia presentó en el Parlamento polaco una propuesta para que el Ministerio del Interior cree un departamento especial que se encargue de investigar los círculos homosexuales para detectar pederastas. El autor de la propuesta, el diputado Stanislaw Pieta, ha pedido además que se hagan públicas las estadísticas sobre "pederastia homosexual" a lo largo de los últimos 10 años. "No estoy diciendo que todos los gays sean pederastas, pero consideremos por ejemplo el caso de Gran Bretaña, donde del 20 al 43% de los casos de pederastia se dan en homosexuales, que son sólo en 1% de la población", ha dicho.

Polonia además aprobó una ley nacional que amenaza con dos años de cárcel a cualquiera que produzca o propague símbolos comunistas, incluidos los que los compren. La polémica legislación forma parte de un viejo intento de los países de Europa central que vivieron durante décadas bajo regímenes comunistas de tratar sus símbolos del mismo modo que los del nazismo. La erradicación de los símbolos comunistas sigue siendo un asunto importante tanto para la derecha nacionalista, especialmente para el principal partido de la oposición, Ley y Justicia.

El partido además postula entablar una lucha sin cuartel contra la corrupción y la burocracia estatal, estimular el crecimiento económico, invertir más en carreteras y en vivienda y fortalecer la estrategia nacional de seguridad energética.

Durante el año 2005, el 23 de diciembre Lech Kaczynski prestaba juramento como el cuarto presidente de la República desde el final del régimen comunista en 1989, y con la promesa de traer un cambio profundo social basado en "la justicia, la solidaridad y la honestidad" y que incluiría la "purga" de "patologías" tales como la delincuencia, la corrupción y la inseguridad de los ciudadanos.

En sus primeras alocuciones como primer ministro, Jaroslaw Kaczynski prometió mantener una actitud de firmeza en la defensa de los intereses nacionales en la Unión Europea, la cual debía respetar los valores católicos de los polacos. Según él, era imperativo que el país salvaguardara su "plena soberanía en lo que concierne a la moral y en defensa de la familia".

Para el fallecido presidente polaco, el Tratado de Lisboa no favorecía las necesidades del pueblo sino los de las elites globalizadoras. Hoy, si viviera el presidente Lech Kaczynski todo el mundo le daría la razón, hay protestas multitudinarias en toda Europa contra las imposiciones de la Unión Europea. Es una lástima que sus habitantes, los que aprobaron que sus respectivos países ingresen a la Comunidad europea y dieran su beneplácito al Tratado de Lisboa, se dieran cuenta tan tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario