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miércoles, 3 de octubre de 2012

EL FRAUDE EN INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS SE HA MULTIPLICADO POR DIEZ DESDE 1975

La picardía o viveza también existe en los laboratorios científicos, e incluso está aumentando en los últimos años. Según un estudio de la Universidad de Washington y de la Facultad de Medicina de Nueva York, la publicación de artículos científicos fraudulentos se ha multiplicado por diez desde 1975.

Los expertos han hecho un seguimiento de los más de 2.000 artículos de biomedicina y ciencias de la vida que, según la base de datos PubMed, fueron retirados en el último año (hasta el mes de mayo). Tras este estudio, que ha sido publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences ('PNAS'), se ha podido conocer que "solo el 21,3 por ciento de las retracciones fueron atribuibles a errores", mientras el 67,4 por ciento se deben a lo que los científicos han llamado "mala conducta".

El Dr. Hwang Woo-Suk,
el más grande fraude
científico del siglo XXI.
En este término, "mala conducta", se incluyen artículos retirados por fraude o sospecha de fraude (43,4%), aquellos que son publicaciones duplicadas (14,2%) y aquellas que están plagiadas (9,8%). El 12% correspondería a causas indeterminadas, según han precisado los autores.

Uno de los autores principales del trabajo, Arturo Casadevall, ha indicado que "lo más preocupante" de este hallazgo es que "cuanto más sofisticado es el fraude más difícil resulta descubrirlo" por lo que "aún existen estudios fraudulentos no detectados".

El trabajo, también destaca que las revistas científicas de mayor prestigio presentan una tasa particularmente elevada de retractaciones referidas a estudios publicados en sus páginas, sobre todo en la última década. Así, en lo que va de año la revista Science ya se ha retractado de 70 artículos y PNAS de 69 y más de una treintena han sido por fraude.

Para Casadevall, estas cifras se deben a que la cultura científica actual, que premia de manera excesiva a los autores en función del número de trabajos publicados en revistas de renombre, ha conducido a que sean muchos los científicos que fuercen su investigación, inventando datos o poniéndoles fin antes de lo que deberían.

El padre de la clonación era un total y absoluto fraude
Uno de los fraudes científicos más recientes es el del falso pionero de la clonación, el científico surcoreano Hwang Woo-Suk, de la Universidad Nacional de Seúl, que engañó al mundo y ahora está procesado por fraude en Corea del Sur, a quien acusan de haber malversado 6.4 millones de dólares y de haber dirigido la manipulación de los datos de los estudios publicados en 2004 y 2005 en la revista Science y que prometían avances espectaculares en el campo de la clonación y de posibles terapias derivadas de esos resultados.

El científico Hwang Woo-Suk, procesado por
falsificar datos de inexistentes clonaciones.
En marzo de 2004, Hwang (nacido en 1953) y su equipo anunciaron que se había convertido en el primer equipo en el mundo que clonaba un embrión humano con fin de avanzar en investigación. Hwang volvió a aparecer en los medios en mayo de 2005 y en junio de ese año anunciando una elevada eficiencia en sus métodos de clonación. Fue invitado a dar conferencias por las más altas personalidades de la “Ciencia oficial”. Con ello ilusionó a millones de personas que vieron más cercanas las posibilidades de cura de muchas enfermedades degenerativas (diabetes, Parkinson y Alzheimer).

Desde febrero de 2004 a octubre de 2005, Hwang Woo-Suk, que poseía una ambición desmedida, había anunciado un embrión clonado, poco después la clonación de las células madre de origen humano y poco después, por si había alguna duda, presentaba a "Snuppy", el primer perro clónico del planeta. Todo eran puras mentiras.

Los contenidos de las falsas investigaciones de Woo-Suk fueron publicados en todas las revistas científicas, desde Science o Nature al British Medical Journal, Cell o PNAS sin antes pasar por el método de revisión de pares o peer review.

Hwang Woo-Suk en 2005, cuando todavía
era ensalzado por la "Ciencia oficial".
Su comunidad de seguidores en Internet (bautizada como 'I love WSH' "Yo amo a Hwang") alcanzó los 15.000 miembros, una cifra récord para un científico. Sin embargo, en noviembre de 2005 ya se hizo insostenible la multitud de rumores que venían apareciendo en páginas de internet de jóvenes "anti-clonación", denunciando que el coreano mentía. Todas las personas coreanas que lo acusaban de mentiroso (muchas de ellas lo conocían desde su infancia, ya que era el más fabulador de seis hermanos), eran calificadas como "antipatriotas". Por supuesto, si el río suena, agua lleva.

En diciembre de 2005, se comprobó que dos estudios en clonación mediante células madre, publicados en la prestigiosa revista Science, se basaron en datos falsificados, lo que levantó un gran escándalo en la comunidad científica y en la opinión pública mundial. Poco después, los análisis realizados por tres laboratorios independientes lo confirmaron: la mayoría del material genético utilizado en las clonaciones de 2004 y 2005 no coincidían con el ADN del supuesto donante. Hwang, ensalzado por la “Ciencia oficial” que hasta sugirió darle el Premio Nobel, pasó a convertirse en el mayor fraude científico del siglo XXI.

Un comité formado por 9 colegas ante esta emergencia, concluyó que las imágenes y datos que registraban esa clonación eran ficticios y su presidente, el profesor Miung Hi-Chung, declaró que Woo-Suk era responsable de «un acto que no era otra cosa que un engaño a la comunidad científica, y por extensión al público en general».

Woo-Suk durante una
entrevista realizada
 cuando se descubrió
su gran fraude.
El hasta entonces prestigioso científico fue expulsado de la Universidad de Seúl (UNS) y su laboratorio se clausuró. Más tarde fue acusado de apropiación indebida de fondos públicos y privados, unos 6,4 millones de dólares –que gastó, entre otras cosas, en un coche de lujo para su esposa–, viajes por el mundo alojándose en hoteles de 5 estrellas y violación de la ley sobre bioética.

En el juicio, Hwang Woo-Suk demostró padecer cierta mitomanía, ya que no se le ocurrió otra cosa que asegurar que "no se había llevado ningún fondo, sino que la mayor parte la había destinado a intentar clonar un mamut ya extinguido por encargo de la mafia".

Junto con Hwang también han sido acusados de fraude Kin Sun-Jong, quien según la fiscalía habría sido el creador de las falsas células madre, y otros cuatro miembros del equipo. Actualmente Hwang está condenado a dos años de cárcel por un tribunal de Seúl, ya que se le acusó de malversación de fondos estatales y violación de leyes bioéticas. Aún pesan sobre él otras acusaciones.

Hoy la terapia de clonación humana aún es hipotética y sus promesas de curaciones prodigiosas son simple ciencia ficción. El escándalo del fraude científico de Hwang Woo-Suk ha dado excelentes argumentos a quienes se oponen a esta tecnología, a la que califican de diabólica.

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